La venta de vivienda de segunda mano creció un 20% en los dos primeros trimestres del año en comparación con el mismo periodo de 2021. Entre enero y junio de este año se vendieron un total de 126 viviendas de segunda mano frente a las 105 de los dos primeros trimestres de 2021, según los datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
Las transacciones de vivienda usada constituyen, junto al alquiler, el único motor del sector inmobiliario local, y son las únicas que han ido recuperándose tras la crisis financiera, en la que este mercado tocó suelo.
La evolución de este mercado específico ha tenido, no obstante, un comportamiento de dientes de sierra, con crecimiento y bajada de la demanda, especialmente durante los años 2019 y 2020.
La crisis financiera y la pandemia
En 2017 se vendieron 141 viviendas de segunda mano; 166 en 2018; 138 en 2019 y 114 en 2020. El año pasado, con la pandemia empezando a superarse, se vendieron 211 viviendas de segunda mano.
La demanda de casas y pisos usados se centra fundamentalmente en el mercado libre, pero también el caso de inmuebles de protección oficial, que con carácter general tienen más antigüedad que la media ofertada en el mercado. Así, desde 2017 y hasta la fecha, se han realizado 36 transacciones de vivienda de segunda mano protegida.
Los datos de venta de vivienda de segunda mano contrastan con los de vivienda nueva. Las transacciones, que habían decrecido al mínimo desde la crisis financiera, se estancaron en 2019. Según los datos ministeriales, en estos tres últimos años solo se han vendido dos viviendas nuevas en la ciudad a pesar de en el mercado hay inmuebles nuevos de antiguas promociones a la venta, las últimas, de hace siete años.
En la última década, según precisan fuentes municipales, no ha habido ninguna promoción de vivienda colectiva nueva y todas las licencias de obra concedidas tienen que ver con proyectos y construcciones individuales, en la mayoría de los casos de tipología unifamiliar.