La población de avispas asiáticas (Vespa Velutina) está ya en la comarca de Benavente, por la vertiente del río Tera. El sector de la apicultura ha mostrado su preocupación, ya que teme las repercusiones que pueda tener en los apiarios la presencia de esta especie invasora e incluso para las personas vulnerable a los picotazos. Un agricultor de Navianos de Valverde vio el primer ejemplar en la tarde del martes y tras comprobar que no se trataba de la avispa europea comprobó que no era el único existente en la zona.

“No está claro desde donde ha venido porque no tenemos notificación de que haya velutinas en 70 u 80 kilómetros a la redonda. Lo más cercano de lo que tenemos notificación es en Fermoselle. Pero lo más probable es que si está en Navianos esté en todo el valle del Tera, Valverde y Vidriales, también”, explica Paco Alonso, el secretario técnico de la unión de apicultores de Zamora (Apis Durii). “Hay que poner en guardia a los agricultores, para que empiecen a hacer trampeos y muestreos y a observar para saber dónde la tenemos”, añade.

La presencia de la velutina en los campos zamoranos supone “un problema mayor añadido a la apicultura. Estas avispas en concreto llegan a hacer nidos hacia 16 mil individuos y de un metro de diámetro. Y 16 mil avispas comen mucho, es un ataque directo a las colmenas. Las avispas se colocan a la entrada de las colmenas y se dedican a coger abejas, les cortan cabeza y las alas y las patas y se llevan el tórax y el abdomen al nido”.

La avispa cabro, la europea, que es otro de las especies que “tenemos ahora” dista mucho de la velutina puesto que llega a hacer nidos de hasta 300 individuos, y generalmente son 20 o 30, no más.

La presencia de la avispa asiática implica que en el momento que se certifique su expansión los agricultores se verán obligados a instalar arpas eléctricas en los colmenares. “Estas arpas básicamente tienen los hilos bastante juntos, pero lo suficientemente separados para que si pasa una abeja entre ellos no toquen con las alas en dos hilos a la vez, pero la avispa al ser más grande siempre va a tocar con dos hilos y caerá electrificada. La colocación de estas arpas eléctricas supone la inversión de mil euros por colmenar de 30 colmenas. Y es una inversión muy importante”.

Las implicaciones de la presencia de esta especie invasora en el sector apícola “son graves, no sabemos hasta qué extremo. Es otro problema más añadido a un año de sequía en que no llegamos a diez kilos de producción, el rendimiento medio que vamos a tener es de 10 kilos, el peor de los últimos 30 años. Y a lo que hay que añadir las dificultades de los incendios”.

Los trampeos, necesarios para frenar la expansión de la Vespa Velutini

Ante la aparición de ejemplares de Vespa Velutina se plantea ya desde Apis Durii la necesidad de hacer el trampeo de reinas tanto en esta época como en primavera. Explica Paco Alonso que “de las avispas hibernan las reinas, el resto de los individuos de la colmena se mueren con el frío. Esas reinas cuando empieza la primavera crean un pequeño avispero de papel y ponen los primeros huevos, de obreras. Nacen obreras que empiezan a construir un nido secundario, que es ya más grande y donde se va a empezar a desarrollar la colonia de avispas como tal. Cuando empieza el invierno, los últimos huevos que pone la avispa reina son de otras reinas y son de zánganos de avispa. Esas reinas cuando salen a volar se fecundan con esos zánganos y automáticamente buscarán pequeños rincones donde hibernar. Los zánganos, obreras y reinas viejas mueren”.

De modo que el trampeo se hace ahora para intentar capturar esas reinas antes de que se escondan a hibernar, y en primavera para que cuando salen del nido primario se puedan capturar y no den lugar a nuevos avisperos.

Características

En cuanto a las características que diferencias a la avispa asiática de otras especies, explica Paco Alonso que “es negra por completo y solo amarillo en los últimos dos segmentos y las patas. El avispón europeo es todo amarillo con rayas negras y la cabeza de color rojizo. En cuanto al tamaño son el doble de lo que una avispa normal, el doble de gruesas y de largas. Hay que tener cuidado al hacer los desbroces”.