El Proyecto “Líquenes como bioindicadores de la calidad del aire en Benavente y Los Valles”, realizado por el Instituto de Educación Secundaria Los Sauces de Benavente ha representado a España en el Certamen Europeo de Jóvenes Investigadores, que se celebra hasta hoy en Leiden (Holanda). Este certamen es el concurso para jóvenes científicos (EUCYS) más importante de la UE, y muestra lo mejor de los logros científicos de los estudiantes en la UE y más allá. Cada año, el evento reúne a estudiantes prometedores y talentosos y mentes jóvenes brillantes (de 14 a 20 años) de toda Europa y más allá, para presentar sus proyectos ante un equipo de jueces internacionales.
En este congreso se presentan más de 100 proyectos de 34 países, entre los que hay tres representantes de España: IES Los Sauces (Benavente), IES Gerardo Diego (Pozuelo de Alarcón, Madrid) y Escuela Hermanos Maristas (Badajoz, Spain).
El proyecto líquenes del IES Los Sauces ha representado a España en la modalidad Biología y lo han defendido dos de los cinco alumnos implicados en el mismo. Hasta Holanda han viajado Marta Rodríguez Vega, y Estefanía Conde Toranzo. Pero el coordinador nacional, el Ministerio de Universidades, no ha permitido la asistencia del resto de autores Eva González Tesón, Sara Hernández Delgado y Jorge González Mateos. Todo este trabajo y proyecto fue dirigido y coordinado por el profesor-tutor, Rafael Pérez Romero, coordinador BIE del IES Los Sauces.
El coordinador explica que “el proyecto se inició en primero de Bachillerato y en segundo nos presentamos al Congreso Nacional de Jóvenes Investigadores, celebrado en Málaga. El proyecto pone sobre la mesa que los líquenes son unos buenos bioindicadores de la calidad de la atmósfera, dependiendo del tipo de talo que encontremos en cualquier lugar podemos deducir fácilmente si es una zona contaminada, desde un punto de vista atmosférico o no. No desde la concentración del CO2, sino de otras sustancias nocivas como el óxido, azufres .. que puede haber en cada zona”, explica el coordinador.
Recuerda Pérez que las jóvenes científicas tomaron muestras de líquenes en encinas del bosque de Mosteruelo, que utilizaron como biomarcadores de la contaminación atmosférica. Su principal conclusión ha sido que, en todos los puntos de muestreo, hay escasa o nula contaminación atmosférica y la calidad del aire es óptima. También incluyeron como zonas de control Valladolid y Zamora, y concluyeron que la influencia humana es la causante del grado de contaminación atmosférica. “En Benavente la calidad del aire es buena”, indicó el profesor.
Los indicadores biológicos de contaminación o bioindicadores se basan en el análisis de la sensibilidad que presentan algunas especies de seres vivos a ciertos contaminantes gaseosos atmosféricos, cuyos efectos permiten identificar su presencia y vigilar la evolución de la contaminación atmosférica. Los líquenes son asociaciones simbióticas entre un alga (fotobionte), una levadura y un hongo (micobionte) de cuya interacción se origina un talo estable, con estructura y fisiología específicas. Muchas características, como su longevidad y su alta sensibilidad a los contaminantes atmosféricos, hacen de estos seres excelentes bioindicadores (los mejores en cuanto a la calidad del aire). “Para ello hemos realizado las siguientes actividades: muestreo de líquenes, reconocimiento y determinación de la biodiversidad liquénica y análisis de datos”, señala el coordinador del proyecto.
Desde la dirección del centro se ha puesto en valor el trabajo realizado por estos jóvenes. “Desde la implantación del Bachillerato de Excelencia la tendencia es trabajar la parte científica en todos los niveles y fruto de ello son los proyectos que se trabajan cada año, que son proyectos de calidad. Este ha llegado a representar a España en la UE”, explica Elena Valle.
Este bachillerato constituye una opción educativa dentro del bachillerato dirigida al alumnado que tenga interés en profundizar en los diferentes métodos de investigación y en el análisis de los problemas propios de cualquier investigación.
