Dice el refrán que “quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”. Estos días, en la comarca de Benavente y Los Valles, como en tantos otros puntos de España, el refrán se ha convertido en una realidad.

Búsqueda de zonas de sombra, terrazas, abanicos, refrescos y helados son algunos de los grandes aliados de tantas personas a la hora de combatir el sofocante calor en esta nueva canícula.

“Esto no se puede aguantar” es una de las frases más repetidas en las terrazas o las zonas de baño de Benavente y Los Valles, donde los vecinos combaten las temperaturas de hasta casi cuarenta grados que, a veces incluso les priva de poder dormir.

Un niño caminando en dirección a la piscina de Santa Croya. | C. G. R.

“Es que es insoportable porque te echas en la cama y es imposible conciliar el sueño”, afirmaba un vecino de Santa Croya, mientras disfrutaba de un refrigerio en el chiringuito.

Desde las 10 de la mañana hasta la caída del sol, aproximadamente 12 horas después, y especialmente a mediodía, la imagen por todos los pueblos de la zona es la misma.

Las calles se quedan completamente vacías de gente que ha preferido quedarse a resguardo en su hogar, o disfrutar de la naturaleza bajo el frescor que aporta el agua del río.

Los pueblos como Santa Croya, irrigados por las aguas del río Tera disponen de zonas de baño en las que combatir las elevadas temperaturas con un refrescante chapuzón. “Menos mal que tenemos esto, porque si no, no sé que íbamos a hacer”, celebraba una vecina.

Ni que decir tiene que es fundamental mantenerse bien hidratado para evitar los grandes peligros que aparecen con temperaturas de este nivel, como son los golpes de calor y las insolaciones. Según las autoridades sanitarias, son situaciones que requieren de una actuación inmediata para evitar algo que puede acabar incluso en tragedia.

Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, en el mes de julio se han producido 2.124 muertes atribuibles al calor.

Por ello es clave actuar con diligencia ante cualquier síntoma, entre los que se encuentran las fiebres superiores a los 40 grados, la sudoración excesiva, mareos, náuseas y vómitos. Si se diera la circunstancia, conviene enfriar rápidamente a la persona de la manera que sea posible en el momento del incidente, como explican las autoridades sanitarias.

Todavía no se sabe cuándo el calor dará un respiro, pero hasta entonces convendrá tener a mano siempre un buen refresco y un “buen árbol al que arrimarse”.