Vaquillas, una vaca de la sangría y el primero de los dos encierros programados por la Concejalía de Fiestas, marcaron ayer el cuarto día se las fiestas del Toro desde las siete de la tarde.
Los encierros, con ocho novillos de Toropasión y Juan Manuel Pereira Lupi, fueron rápidos e hicieron carreras limpias. No hubo ningún herido por asta, aunque sí alguna torcedura durante las carreras.
Aunque las previsiones meteorológicas apuntaban un 10% de posibilidad de precipitaciones, un cielo cada vez más encapotado terminó descerrajando sobre Benavente una tormenta eléctrica torrencial justo cuando los utreros de Pereira Lupi saltaban a la calle.
La primera suelta de novillos, sin agua de por medio, había sido rápida, la segunda lo fue más por efecto de la lluvia, que obligó a guarecerse a gran parte del público que estaba pendiente del encierro en los vallados del recorrido.
Antes, en la calle Sancti Spíritus, la peña No Te Embales (NTE), soltó la XV Vaca de la Sangría. No fue sin embargo la anunciada “Jiraldota” sufrió un percance y tuvo que ser sustituida.
NTE difundió una nota de prensa agradeciendo “la gestión del Ayuntamiento de Benavente y de la empresa Hermanos Bragado”, que sustituyó la vaca fallida por otra de Fuentespreadas.
A primera hora de la tarde, los más jóvenes pudieron correr cuatro añojos por un tramo acotado y mucho más corto del circuito urbano.