Emocionante. Así ha sido para los vecinos de Cabañas de Tera la jornada vivida para recuperar una de las tradiciones que el paso del tiempo y la despoblación había dejado aparcada, la procesión romera de Santa Bárbara. En los últimos años y a pesar de la pandemia en esta pedanía de Camarzana de Tera y gracias al esfuerzo y empeño de alguno de sus vecinos, se ha hecho una apuesta importante en esta localidad por recuperar algunas de sus tradiciones y darlas a conocer más allá de sus límites geográficos con el fin de no perder sus raíces, pero también que suponga de revulsivo para posibles visitas al pueblo.
“Continuaremos con la ilusión de recuperar la procesión de Santa Bárbara en todo su esplendor y convertirla en romería tal y como fue hasta los años treinta cuando su iglesia milenaria se desacralizó. A partir de entonces se olvidó la tradición romera que congregaba alrededor de este templo a romeros procedentes de multitud de pueblos de la comarca que acudían con los emblemas de sus pueblos, los pendones, para pedir todos los años la protección de la danta contra las tormentas que se avecinaban”, explica Blas de Paz, de Cabañas.
Con la recuperación de esta tradición, los mayores volvieron a revivir la tradición como si estuviesen en otra época y los más jóvenes izaron orgullosos su pendón como símbolo rural y señal de que esta tierra tiene pasado, presente y futuro.
Tras el canto del ramo leonés por parte de un grupo de mujeres ataviadas con trajes típicos y la celebración de una misa en Cabañas, comenzó la procesión hasta la antigua iglesia ya en ruinas, que conserva aún su espadaña. Pendoneros de Abraveses, Ayoó, Carracedo, Santa Marta y de los pueblos leoneses de Cerezales del Condado o Celeda de la Vega lucieron los típicos estandartes. Hubo también baile de pendones en el regreso al pueblo y tras realizar una solemne promesa a Santa Bárbara, en un acto emotivo para los mayores.
