Reivindicar una tradición y luchar por su pervivencia. Son dos de los principales objetivos perseguidos por la procesión llevada a cabo en Cabañas de Tera, una pedanía de Camarzana de Tera, en honor a Santa Bárbara.

Procesión con los pendones hasta Cabañas de Tera. / E. P.

Pendones o pendoneros procedentes de Abraveses, Ayoó de Vidriales, Celeda de la Vega, Cerezales del Condado, Carracedo de Vidirales y Santa Marta de Tera han participado en la procesión de Santa Bárbara, recuperada en la localidad de Cabañas, que se resiste a dejar en el olvido sus tradiciones.

La procesión, con pendones incluidos, se ha recuperado tras casi un siglo interrumpida, según recuerdan los lugareños y a la que acudían cientos de personas, devotas de Santa Bárbara. Y es que hace 92 años que se interrumpió la tradicional romería hasta la iglesia de Cabañas, ahora en ruinas.

Canto del ramo por Santa Bárbara. / E. P.

Y ante esa iglesia, y después de varias semanas de preparativos y de ensayos con los pendones por parte de los jóvenes, una promesa. En el relato de la misma se recogía que “hoy también se han reunido, entorno a tu imagen y a la sombra de tu iglesia, esos pendones que llenaban de colorido este altozano y su pradera y que exhibían orgullosos los mozos de muchos de los pueblos de la comarca al igual que también hoy los exhiben los mozos y mozas”.

Añadía “hoy tú también, Santa Bárbara, te sentirás feliz y orgullosa de toda esta gente que con esfuerzo, humildad y piedad han querido acercarse hasta estas ruinas para reivindicar una tradición y luchar por su pervivencia”.

Procesión con los pendones hasta Cabañas de Tera. / E. P.

Para seguir con la promesa de “hacer todo lo posible para que esta iglesia, ahora en ruinas, y símbolo no solo del pueblo de Cabañas sino también de todos los alrededores, consiga seguir en pie así como que sus campanas vuelvan a sonar y quizás también un día su interior pueda ser recuperado para que tu imagen vuelva a presidir este espacio que abandonaste hace 92 años. Justo el año 1930 tal y como me recordaba mi padre cuando nos acercábamos a estas ruinas porque fue el último niño bautizado en esta iglesia”, relataba Blas de Paz.

Procesión con los pendones hasta Cabañas de Tera. / E. P.

“Cada vez que veamos un rayo y oigamos el temido trueno recordaremos esta promesa mientras invocamos tu protección para que el pedrisco no caiga en nuestros campos tal y como siempre te hemos implorado”, culminaba.