El último informe de seguimiento del Plan Especial de Sequía de la cuenca del Duero, correspondiente al pasado mes de septiembre, mantiene a los sistemas Tera, Órbigo, Esla, Carrión, Pisuerga, Arlanza y Tormes en una situación de sequía prolongada, debido a la falta de precipitaciones en los últimos meses.

Una situación habitualmente conocida como sequía meteorológica que es una clara evidencia de una reducción significativa de los caudales naturales de los ríos, con independencia de los usos y demandas de agua existentes, actualmente garantizados.

Ante esta importante coyuntura, la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) mantiene una vigilancia estrecha de los caudales en las masas de agua e insta a los usuarios a una gestión sostenible de este recurso natural. Asimismo, recuerda la importancia de seguir de cerca los informes mensuales de sequía que se publican en la propia página web del organismo, en especial en un momento en que se está planificando la próxima campaña agrícola.

Una CHD, que celebró una jornada presencial de trabajo sobre el estado de las masas de agua superficial y sus posibles deterioros la pasada semana en la ciudad de Benavente, en la que Luciano Huerga, alcalde de Benavente, solicitó una mejora en el mantenimiento de las riberas de los ríos de la comarca de Benavente y Los Valles.

Entre estos ríos de la comarca se encuentran el Tera, el Órbigo y el Esla, tres de los siete sistemas de la cuenca del Duero que presentan una situación de sequía prolongada, debido a la falta de precipitaciones que se da en los últimos meses. Y es que muchos pueblos del Valle del Tera han vivido “de primera mano” la sequía durante el estío. Vega y Junquera han sido dos de las localidades más afectadas por la sequía, a lo que se sumó el vaciado del embalse de Nuestra Señora del Agavanzal y el aumento exponencial de la población a medida que llegaban veraneantes día tras día durante los meses de junio, julio y agosto.

Esta situación de sequía prolongada, que afecta principalmente a la zona norte de la cuenca junto al sistema Tormes, es compatible con una situación general de normalidad en la demarcación en cuanto a las reservas, con excepción del sistema Carrión en el que coinciden una situación de sequía junto con una situación de bajas reservas de agua.

Además del Carrión, hay otros cinco sistemas en el mapa general de escasez coyuntural de la cuenca: Torío-Bernesga, Cega, Támega, Alto Tormes y Órbigo, donde el organismo realiza un seguimiento permanente por si fuera necesario adoptar alguna que otra medida adicional.

Situación de los embalses

Hoy en día, y según datos de la propia Confederación Hidrográfica del Duero, los embalses de la cuenca gestionados por la entidad se encuentran al 39,6% de su capacidad total, con un volumen de agua almacenada de 1.139,1 hectómetros cúbicos.

Unos valores que suponen tres puntos porcentuales por encima de la media de los últimos diez años y seis menos que hace doce meses, según informan en un comunicado de prensa.

“El objetivo general del Plan Especial de Gestión de Sequías del Duero es prever estos episodios con el fin de minimizar sus impactos socioeconómicos y sobre el medio ambiente, para lo que es necesario que los usuarios sigan con atención la evolución de los indicadores de sequía de cara a planificar sus usos”, concluyen en el comunicado desde la CHD.