El diagnóstico es “impactante” y luego nada vuelve a ser igual. Así describe una de las benaventanas que hace años vive con “la espada del cáncer” sobre ella. Prefiere no dar su nombre porque asegura que se presenta “fuerte” ante los demás, pero muchos días “estoy rota por dentro, me siento incomprendida”. Aun así cree que es importante mirar al futuro “con decisión. El diagnóstico está y tienes que seguir para adelante, de nada vale lamentarse”.

Numerosos benaventanos se hicieron partícipes de la lucha contra el cáncer de mama. | E. P. Eva Ponte

Ella es una sola de las muchas mujeres que sufren cáncer de mama y que ayer hicieron más visible su lucha coincidiendo con la celebración del Día Mundial contra el Cáncer de Mama.

Mamen también explica su experiencia con el cáncer. “Terminé el tratamiento de radioterapia ayer”, dice animada. “Hace ocho años, después de tener a la niña tuvo otro cáncer de mama en el periodo de lactancia que me lo detectaron en revisión. Ahora me han diagnosticado otro en el otro pecho. El proceso ha sido el mismo: cirugía, quimioterapia y radioterapia”, señala.

Relata sus sensaciones cuando recibió el diagnóstico. “Cuando te lo dicen, la primera vez pues muy mal, porque tenía un bebé y se te viene el mundo encima, pero luego no queda otra que afrontarlo y ya está. Esto es algo que por desagracia es muy común y no hay que preguntarse por qué a mí o por qué no. Ojalá hubiera menos casos, pero no es así y cada vez más gente joven”.

La familia también afronta el diagnóstico. Y son muchos y diversos los modos en que se hace. En el caso de Mamen, su hermana asegura que “la primera vez fue un chaparrón horroroso y la segunda vez una pena. Yo solo tenía pena. Es como ¡otra vez!. Lo que pasa es que mi hermana es muy fuerte y tira ella por nosotros, es ella la que nos anima a nosotros. Anima a la gente que está pasando por procesos parecidos”, asegura.

Mamen explica que la segunda vez que le han diagnosticado cáncer “fue diferente. Los tratamientos yo creo que han mejorado, sobre todo la medicación que te dan para los efectos secundarios. También la radioterapia ha sido diferente, han sido menos ciclos y menos agresivos”.

Asegura también que “nunca me he sentido sola. Por desgracia siempre hay algún conocido que ha pasado por lo mismo. El primero momento te vienes abajo pero luego también por el apoyo de la gente y porque es una cosa que se normaliza pues adelante y ya está”.

Pepa cuenta también cómo ha vivido el día a día del cáncer de su madre. “El primer momento, además en mi caso para mí que fui con ella, es un poco impactante. Yo me preocupaba más por ella que por mí. Lloró el primer día pero después ha sido muy fuerte. A ella le quitaron el pecho completo y lo llevó bien, la quimio y demás. La verdad es que es muy valiente”.

Familiares y enfermas ponen en valor el apoyo fundamental de la Asociación Contra el Cáncer en Benavente. Su presidenta explica que tenemos que estar aquí apoyando y hoy más que nunca con la intención de poner de manifiesto la vulnerabilidad de las personas que lo sufren y la cantidad de perjuicios que ocasionan en su vida personal. desde el punto de visto económico y social”.