Benavente apuesta por el proyecto Puerta del Noroeste. Su alcalde, Luciano Huerga, ejerce además como abanderado de esta iniciativa promovida a nivel municipal y que él considera “única”. No en vano, dotaría a la ciudad de los recursos necesarios para convertirse en un emplazamiento estratégico clave para las empresas. El objetivo es acompañar la relevante posición geográfica del municipio con una oferta de suelo industrial que respalde esa localización.

–¿En qué consiste el proyecto Puerta del Noroeste?

–Estamos hablando de un proyecto que consiste en que Benavente tenga una bolsa de suelo industrial para dar respuesta a su propia potencialidad y poder acoger empresas, especialmente del sector de la logística. Nunca hemos tenido el suelo industrial suficiente y es la primera vez en la historia que se pone en marcha una iniciativa de este tipo en la ciudad. Lo que intentamos es convertir la potencialidad en una realidad.

–¿Hasta qué punto es importante aquí el buen posicionamiento de Benavente?

–Está claro que nosotros nos encontramos en un enclave geoestratégico privilegiado. Para mí, el mejor de toda la Península Ibérica. Desde aquí es factible abastecer a todo el noroeste y ejercer como uno de los tres nodos principales de desarrollo desde el punto de vista de la logística, un sector que ha incrementado su actividad incluso durante la pandemia. Formamos parte de un triángulo del transporte de mercancías junto a Guarromán y Zaragoza que posibilita dar servicio a todo el territorio peninsular y tenemos un posicionamiento que no tiene ningún otro lugar. Además, contamos con un factor decisivo: las carreteras.

–¿En qué situación se encuentra ahora mismo el proyecto?

–El proyecto es estratégico a nivel de Castilla y León y el apoyo de las administraciones es esencial. Pero lo tiene, porque cuenta con una cimentación sólida en base a los estudios realizados, que demuestran que es vital la ampliación y la creación de una bolsa de suelo industrial para dar respuesta a la situación del mercado. Es estratégico y fundamental, como se volvió a constatar en la reunión de la comisión de seguimiento del Plan Territorial de Fomento que tuvimos hace unas semanas. En cuanto a sus avances, nos encontramos en la fase final de la redacción del proyecto de urbanización y reparcelación. Estamos pendientes de reunirnos con los propietarios de los terrenos, en su mayoría particulares, y explicarles las opciones que tienen para sumarse a la iniciativa a través de una entrega y para comunicarles, en caso contrario, las fórmulas jurídicas previstas como la capacidad de expropiación por parte del Ayuntamiento. Estamos en esa fase decisoria que tendrá que finalizar durante este presente año y la intención es que, a mediados del próximo año, salga la licitación del proyecto de urbanización. Con todo, las obras deberían comenzar entre finales de 2022 y principios de 2023. Es vital, necesario y clave conseguirlo.

–¿En qué medida afectará a la lucha contra la despoblación?

–Al final, este es un proyecto estratégico desde el punto de vista de la distribución, pero también un ancla contra la despoblación. Hay que tener en cuenta que, si conseguimos aprovechar las potencialidades, el estudio de viabilidad habla de la creación de 2.000 puestos de trabajo directos, con todo lo que ello conlleva. A partir de ahí, podríamos formar un nodo de industria junto al polígono de Villabrázaro y el de San Cristóbal de Entreviñas. Son sinergias y potencialidades que nos permitirían generar empleo y atraer población y que, desgraciadamente, no tiene ninguna otra zona de la provincia. Por eso, es un proyecto clave también para Zamora. El Puerta del Noroeste puede suponer un giro radical y vital.

–En esa línea, ¿usted está sintiendo el apoyo de otras administraciones como la Diputación?

–Todas las administraciones nos están apoyando. Primero, el propio Estado, y luego la Junta de Castilla y León, que percibió que se trataba de un proyecto serio y bien trabajado. La Diputación también se sumó en su día, pero hay que reconocer que ha sido su actual presidente quien le dio un apoyo decisivo. Con Mayte Martín Pozo, la cifra de la que se hablaba era un millón de euros, y el nuevo presidente atendió nuestra petición con la cifra de los tres millones. Él supo entender que es algo vital y que esta basado en crecer desde los servicios y la industria.

–¿El Puerta del Noroeste es el gran legado que quiere dejar como alcalde?

–Nosotros entramos al gobierno municipal en el año 2015 y, desde el principio, teníamos como objetivo principal la industrialización de Benavente. Este proyecto es la clave de bóveda de esa intención y nace del trabajo y de la necesidad de hacer un proyecto público con los criterios del sector privado. Ahí teníamos la necesidad de contar con todo el mundo y de elaborar un proyecto sólido. Estoy convencido de que hemos logrado tener un plan único, con el respaldo de todos los agentes sociales y de toda la ciudad de Benavente. Nos llamaban locos y soñadores, pero desde el trabajo hemos conseguido convencer a todos y el proyecto va hacia delante. Queremos que este sea nuestro legado y que genere empleo, riqueza, prosperidad y un cambio de rumbo. Lo más satisfactorio sería haber puesto las bases de la transformación de Benavente, pero también queremos gestionar su desarrollo, si los ciudadanos deciden darnos de nuevo su confianza.