Con la vista puesta en el cielo y rogando para que la lluvia respetase la actividad, ayer abrieron sus puertas la XXVII Feria del Pimiento y Productos de la Tierra y la XXIX Feria de Cerámica y Alfarería de Benavente. Son dos citas tradicionales en la ciudad que, por primera vez, se celebran juntas con la idea de darles mayor realce. Entre sus alicientes, las actividades complementarias, como las degustaciones y los talleres para niños, con la idea de atraer público y con el objetivo de vender entre 20.000 y 25.000 kilos de pimientos en los dos días, ayer y hoy, durante los que se prolongarán ambas ferias. Siempre respetando, eso sí, las medidas de control sanitario para evitar contagios de coronavirus.

El alcalde y las concejalas de Cultura y Ferias visitaron la feria. | M. F.

Aunque la feria abría sus puertas a las diez de la mañana, la fuerte lluvia demoró la actividad en la Plaza Mayor, donde hasta hoy a las diez de la noche están instalados los 11 productores de pimientos, en especial de la Ribera del Tera; los 5 de productos de la tierra procedentes de la comarca; y los 4 de alfarería llegados de Pereruela y Moveros (Zamora), Jiménez de Jamuz (León) y Salvatierra de los Barros (Badajoz). Afortunadamente, aunque cayeron más aguaceros a lo largo del día, el cielo se calmó, y a primera hora de la tarde el público se acercaba a contemplar y adquirir los objetos de cerámica, huchas, hornos, botijos, platos o cántaros, y, cómo no, los productos más exquisitos de la huerta de la comarca, entre ellos, el rey de la feria: el pimiento.

Uno de los cuatro puestos de cerámica y alfarería de la feria. | M. F.

Algunos compradores hacían cola en los puestos para adquirirlos a un precio de 1,80 euros el kilo los de primera categoría y a 1 euro los de segunda. La preocupación de los productores y del presidente de la Asociación de la Huerta de los Valles de Benavente (Ahurvabe), Luis Fernando Lena, era que se acabase la mercancía ya que, como explicaba, “el agua de la semana pasada y la de de anoche (por el jueves)” ha dañado bastante a los que quedaban en la tierra.

Porque, como añadió el alcalde, Luciano Huerga, el pimiento de la comarca es un “producto de una calidad excelsa”. No en vano, es un producto de cercanía y máxima garantía, “que han estado recogiendo hasta ayer”. Por eso invitó a la gente de la comarca, la provincia e, incluso, de fuera a que acuda, “siempre desde la máxima prudencia y responsabilidad”.

Guardando la distancia, la gente pasó a partir de las 13.15 a recoger un plato de arroz con verduras de la zona. Porque uno de los atractivos de cualquier feria que se precie son las degustaciones. Hoy a las 12.00 habrá una a base de productos de la tierra organizada por Ahurvabe en colaboración con el Parador de Turismo de Benavente. A las 19.00, esta vez organizada por el Ayuntamiento, una de bocadillos de pimientos.

Otro de los atractivos son los talleres para los más pequeños: hoy de 11.00 a 12.30, uno de Hama Beads para niños a partir de 8 años, y de 12.30 a 14.00, uno de Fondant para niños de más de 6. Con todo ello buscan recuperar y fomentar dos ferias que, según la concejala de Ferias, Sandra Otero, necesitaban “un impulso”.