Yo con la silla de ruedas no puedo casi cruzar la calle, y he sido capaz ya de hacer más de 1.500 kilómetros en bici”. Esto explica Iván Bragado, el benaventano que desde el pasado mes de agosto, el día 15, se ha embarcado en una nueva aventura que va más allá del reto personal, y que conlleva dar visibilidad a la discapacidad. “Este año la verdad es que no me lo he planteado como un reto personal, lo que me atrae en esta ocasión es que son muchos días en bici, cuantos más días estoy subido en la bici, mejor me siento”, explicaba ayer una vez que finalizó una nueva etapa en bicicleta adaptada hasta la localidad de Mota del Cuervo en la provincia de Cuenca.

Para el que aún no conozca el reto al que se enfrenta Iván Bragado se trata de recorrer más de 2.800 kilómetros que enlazarán diversas rutas jacobeas durante 50 etapas. Iván y Chema, de Ferrol, son los dos participantes en esta aventura que hacen todo este recorrido completo. Otras 19 personas con distintas capacidades realizarán diferentes tramos. Todos ellos van acompañados de sus pilotos.

El director del proyecto Discamino que ha puesto en marcha esta iniciativa, Javier Pitillas, explica que “el planteamiento de este año ha sido, por un lado, porque es Año Xacobeo y teníamos que hacer algo especial y también porque creemos que hay que dar satisfacción a cada uno de los participantes, a la capacidad que tiene cada uno. En el caso de Iván, no le vale con hacer una ruta pequeña, Iván necesita un reto grande, al igual que Chema, y por eso hemos optado por enlazar varios caminos. Iván es un deportista nato”.

En estos días recorren el Camino de Levante hasta Benavente, donde tienen previsto llegar el próximo domingo tras haber recorrido unos 2.100 kilómetros. Desde aquí y hasta Santiago de Compostela llegarán por el Camino Francés para enlazar, con el Camino Portugués para volver de nuevo a Vigo.

Creemos que es fundamental dar visibilidad a la discapacidad. Nos interesa mucho que la gente sepa que una discapacidad no es el fin de mundo. Se puede ser feliz y hay que valorar lo que todavía puedo hacer. En el caso de Iván puede hacer esos 2.800 kilómetros que no todo el mundo con una capacidad distinta puede afrontar. Es además un experiencia personal enriquecedora. Son 21 personas de diferentes partes de España con distintos grados de discapacidad, sensorial, física o psíquica”.

Para Iván ese enriquecimiento personal es muy importante. “Es importante poder compartir esto con estos compañeros. En Benavente no tengo con quien compartir estas inquietudes, estos retos, es complicado”, explica Bragado. “A pesar de que tiene un montón de amigos es para él muy complicado el día a día en Benavente porque es un deportista nato y no hay gente con su situación física y con su capacidad”, señala Pitillas.

Explica el director del proyecto que siguen el plan de rutas preestablecido, como no puede ser de otro modo. “No podemos dejar al azar por ejemplo los lugares de pernocta puesto que tenemos unas necesidades y no todos los sitios están adaptados. Tenemos que saber dónde vamos a parar”, añade.

La aventura está siendo dura pero muy enriquecedora para este benaventano que lleva el deporte por bandera. Desde las redes sociales son numerosas las muestras de cariño y apoyo que reciben cada día y eso también les da fuerza para continuar. Además en diferentes lugares están participando de recibimientos muy emotivos y que les hace sentirse especiales a la vez que dan visibilidad a sus distintas capacidades.

Iván explica que se ha estado preparando todo el año para esto y que tiene una rutina de entrenamiento diario para poder afrontar este reto. No obstante asegura que “si no sufro, parece que no estoy dando todo lo que puedo dar”, señalaba ayer tras haber recorrido ya más de 1.500 kilómetros en bici.