“Al que le toca en su tierra es una desgracia”. Así manifiesta el representante del Coto de Caza San Pelayo, de Morales del Rey, la impotencia que sienten agricultores de la zona ante los estragos que durante todo el verano están causando manadas de jabalíes “sin que desde la administración se haga nada”, señala David Casado. En este coto que tiene fincas de maíz al menos hay afectadas 100 hectáreas por los destrozos de estos animales que campan a sus anchas, con toda libertad.

Este coto de caza asegura que desde el día 9 de agosto está pendiente de que desde la administración competente en la regulación de la actividad cinegética, la Junta de Castilla y León, se autoricen las esperas solicitadas ante los numerosos daños producidos en cultivos de regadío por el jabalí.

“Cuando lo solicitamos los jabalíes habían producido daños en fincas del coto de caza. Al principio estaban más concentrados pero ahora ya se han trasladado a la inmensa mayoría de las fincas que rodean este coto. Lo tiene parado la administración. Llamamos para pedir explicaciones sobre esto, pero lo único que sabemos es que, supuestamente, el encargado de dar respuesta a la solicitud está de vacaciones y está todo parado”, asegura Casado.

Explica este representante de la sociedad del coto que para poder realizar esta modalidad de caza en espera o aguardo nocturno los trámites burocráticos no ayudan y ocurre año tras año. “Cómo puede ser que llevemos un mes con todo parado con todos los daños que están produciendo estos animales en una noche, son daños cuantiosos que salen del bolsillo del agricultor. Cómo puede ser que en pleno siglo XXI, con una Ley de Caza recién aprobada, estemos en este plan”.

Los cazadores consideran que la solución pasa por ser más ágiles en la tramitación de permisos o bien que tomen otras alternativas. En este sentido, piden que en cotos que tienen cultivo de maíz, como es el caso del Coto de Caza de San Pelayo, que autoricen la caza del jabalí desde el momento en que se siembra porque “según se está sembrando, lo están comiendo”; y posteriormente desde que el fruto empieza a ser comestible por estos ungulados. “Ahora tenemos que esperar a que el jabalí haga daño, ver en qué fincas se producen los destrozos, solicitar la espera y esperar la respuesta del funcionario autorizándonos la caza de la espera por daños. Tenemos que pasar número de finca, polígono y demás. Lo que supone que si el animal se traslada a otra finca, esa autorización ya no vale. No tenemos la posibilidad de trasladarnos a otra finca, aunque lo haga el animal. Hoy comen aquí y están aquí quince días y mañana salen las mazorcas, más tiernas, en la finca de al lado y se trasladan”.

Destrozos en una finca del coto de Morales del Rey provocados por los jabalíes. / E. P.

El coto asegura que las quejas comenzaron a recibirlas por parte de los agricultores en agosto, pero los daños comenzaron antes. “Lo que ocurre es que se van viendo pequeños corros pero cuando vuelven a entrar por segunda o tercera vez en la tierra es insostenible. Si es un jabalí solo tira mazorcas aunque no las come todas. Va tirando para él. Cuando son cerdas con crías esas van rompiendo todo lo que pillan de seguido y hacen unos encames importantes”.

Desde el Coto de Caza siguen esperando la autorización para la espera porque mientras los agricultores van utilizando métodos caseros que no siempre funcionan como trapos con suavizante o con colonia, u otros productos que se comercializan. “Si no hay presión cinegética, esto no se soluciona”, explican. Durante la siembra los agricultores se ven también obligados a hacer vigilancia de sus cultivos durante la noche.

Piden desde el Coto de Caza de Morales que “una modalidad como la espera que en otras comunidades autónomas está contemplada como una modalidad de caza más, por qué no lo hacen aquí. Esto permitiría poder gestionar todos estos daños que se están produciendo. O lo que quieran hacer, pero que hagan algo”.

Mientras se resuelven los trámites burocráticos, los jabalíes logran desesperar a los agricultores.