La Junta da por controlado el incendio de Carracedo de Vidriales tras arrasar más de 150 hectáreas de arbolada, monte bajo y matorral y llegando a amenazar a los pueblos colindantes de Ayoó, Santibañez de Vidriales y Fuente Encalada. Las investigaciones concluyen, como apuntaba la Delegada territorial Clara San Damián, que fue intencionado.

Tras más de un día activo, desde las 17:35 horas del miércoles, el fuego fue rebajado la tarde del jueves a nivel 0 de gravedad por Medio Ambiente, dado que se encontraba estabilizado y prácticamente sin llama, aunque no controlado todavía y siempre con el temor a una posible reavivación como consecuencia del fuerte viento y las altas temperaturas. Hoy los medios de la Junta dan por controlado el fuego.

La delegada territorial de la Junta de Castilla y León en Zamora, Clara San Damián ha solicitado la máxima colaboración ciudadana para localizar a quienes ha calificado de “terroristas del fuego” y afirmó que “no podemos permitir que pongan en jaque a las poblaciones de nuestra provincia y en riesgo la vida de nuestros vecinos”.

Medios terrestres y aéreos, algunos de la provincia de León trabajaron para contener el avance de las llamas, que se dirigían imparables hacia las localidades de Fuente Encalada y Santibáñez de Vidriales.

Los trabajos fueron realizados ayer por medios de la Junta de Castilla y León y del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, un buldócer, un técnico, dos autobombas, cuatro agentes medioambientales, cuatro cuadrillas de tierra y efectivos de Protección Civil. Este incendio se declaró apenas 48 horas después de que en la misma localidad, de 32 habitantes, otro fuego de carácter intencionado calcinara más de dos hectáreas de pasto.

Clara San Damián, denunciaba que “es un clásico en la provincia de Zamora que a finales de agosto es cuando se producen más complicaciones en lo que a incendios se refiere”. “Estos días sabíamos que podía ser complicado y efectivamente tuvimos que poner en marcha todos los medios materiales y humanos”, añadía.

El daño es ya prácticamente irreparable. Moverse por el monte junto a Carracedo de Vidriales es bucear en una marea negra de devastación que encoge el corazón con cada paso que se da hacia la maleza. Un monte antaño verde que de un día para otro quedó tiznado por la violencia y la maldad de quien presuntamente quiso verlo arder.

Zamora arde, mientras el nivel de agua de los embalses es cada vez menor, con el riesgo que ello supone y la dificultad que genera para los medios de extinción de las llamas, que han llegado a tener dificultades para cargar debido al escaso nivel de agua de los embalses más cercanos.

Las autoridades piden responsabilidad ciudadana a la hora de encontrar a cualquier persona que sea sospechosa de planear volver a arriesgar la riqueza natural de una provincia que no solo sufre problemas económicos y de abandono por parte de según qué administraciones, sino que además es castigada por desastres naturales, incluso provocados por sus propios habitantes, que parecen no darse cuenta de las potenciales consecuencias de estos hechos para una provincia con un futuro “negro”.