El deporte siempre va unido al esfuerzo por llegar siempre más allá y al afán de superación, y si hay una persona que represente mejor ambas cosas es Iván Bragado. Este deportista y aventurero benaventano es uno de los dos copilotos con discapacidad que forman parte del equipo Discamino.

Participantes de ls aventura de Discamino. | Cedida

Este proyecto nació con el objetivo de sumar discapacidad y Camino de Santiago para ayudar a personas con problemas y diferentes condiciones a cumplir su sueño de llegar ante la siempre imponente y regia Catedral de Santiago. Para Iván ya son once años pedaleando en el Camino y siempre con la misma ilusión de la primera vez.

En esta ocasión el proyecto es mucho más ambicioso. Lo especial de este 2021 lo llevó a embarcarse en un camino de enlace de Caminos, a través de las diferente rutas jacobeas a lo largo y ancho de la Península.

Este año por fin volverá a abrirse la Puerta Santa, tras once años de clausura, por lo que esa ilusión es, si cabe, todavía mayor. Este año Jacobeo es, además, diferente al resto. Todo lo sucedido durante el pasado 2020 y parte de este 2021 ha obligado a mantener viva una cosa por encima de todo: la fe.

Dicen que la fe mueve montañas, y es que no hay montaña, carretera o camino que puedan con la fe de Iván y de todo el equipo de Discamino. Más de 2.800 kilómetros repartidos en cincuenta etapas durante las que realizarán diferentes rutas componen una aventura que llevará a sus protagonistas por puntos de toda la geografía española y se prolongará hasta el 3 de octubre. Solo dos de los participantes, Iván y Chema, con sus respectivos copilotos, harán la ruta completa, pero durante siete etapas irán acompañados de toda una verdadero convoy repleto de fuerza, alegría y, sobre todo, pasión por viajar, vivir aventuras y el Camino de Santiago. Cerca de cuarenta valientes son los que decidieron emprender esta aventura, entre los que se encuentran una quincena de personas con diferentes capacidades con sendos pilotos, dos conductores de furgonetas y encargados del avituallamiento.

Casi medio mes de odisea por todas las rutas jacobeas españolas que dejará en la memoria de todos los participantes infinidad de recuerdos imborrables y vivencias que siempre que se rememoren sacarán una sonrisa en el rostro de todos y cada uno de ellos.

Iván se subió a su bicicleta adaptada con su fiel compañero, Moncho, en Vigo el pasado día 15 de agosto, en una primera etapa que llevó a toda la comitiva hasta Porriño.

Tras cuatro etapas plagadas de anécdotas, alguna que otra dificultad y multitud de localidades visitadas, el equipo ha conseguido llegar en tiempo récord a Verín. Desde allí seguirán el Camino Sanabrés hasta Zamora y seguirán la Ruta de la Plata hasta Mérida. Allí enlazarán con el Camino Mozárabe hasta Almería, desde donde se desplazarán hasta Cartagena para tomar la Vía Augusta hasta Albacete y de ahí, entrarán en el Camino de Levante, que los llevará hasta Benavente. Desde esta localidad será el Camino Francés el que los conduzca hasta Santiago de Compostela, donde enlazarán con el Camino Portugués para volver a Vigo.

Si algo no ha cambiado ni cambiará nunca, es la ilusión de Iván y sus compañeros, que no habrá nada ni nadie que haga que decidan rendirse y dejar de pedalear.