Fernando Regueras, presidente del Centro de Estudios Benaventanos Ledo del Pozo, habla en esta entrevista de las últimas publicaciones presentadas por el CEB y las importantes aportaciones del centro a la recuperación del patrimonio de Benavente y varios pueblos zamoranos. La recuperación del órgano de Renueva o la adecuación de la mesa de la sala del Procurador, así como una reproducción de la imagen del pantocrator de Santa Marta de Tera, son algunas de las actuaciones.

–Ledo del Pozo ha tenido estos días una presencia importante en la XXII Feria del Libro del Benavente, donde ha presentado varias publicaciones. ¿Qué publicación destacaría de las que ha podido sacar a la luz este año?

–La publicación más importante con mucho ha sido la de “Los Beatos ilustrados en la España Medieval”, con la traducción de Caridad San José y editado por mí. Es un libro bajo los auspicios de la Unesco. La más importante sin duda. Es, además, la más bonita. No por el contenido, sino la edición en sí, por la calidad del papel, de las fotografías.

–¿Qué puede encontrar alguien que aún no conozca esta edición? ¿Qué puede encontrar en ella?

–Lo interesante de esta publicación, como todos los libros, pero uno bien editado como puede ser este, es que tiene muchos públicos y numerosas lecturas. Desde el que lo mira y poco más; el que lo ojea y el que lo hojea, e incluso lee algo; y el que lee el prefacio y las introducciones y mira los santos y lee lo que conoce de por aquí. Este libro permite muchos lectores y, sobre todo, entra por los ojos. Si no sabes distinguir si los beatos eran unos señores que eran medio santos o eran unos libros, que son unos libros, pero lo cierto es que lo ves y te atrae. Después es un libro técnico para leerlo. La Universidad de Amsterdan que nos concedió los derechos está encantada con esta edición y la familia igual.

–Ha llevado a cabo su presentación en Benavente, la Feria del Libro, pero ¿tiene previstos más actos para su difusión?

–Habrá una exposición en noviembre en el Museo de León, que servirá también de presentación del libro y después, dependiendo de la pandemia, la intención es presentarlo en la Biblioteca Nacional o el Archivo Histórico Nacional.

–Este año y tras un año de parón se ha presentado también dos revistas de investigación de Ledo del Pozo.

–Sí este año se han presentado los números 29 y 30 de Brigecio y ya está en curso el número 31.

–¿Qué destacaría este año de los números presentados?

–Destacaría lo que más ha llamado la atención del último número. Es un artículo de una conservadora de museos del Ministerio que ahora está en el Patrimonio Nacional, en lo que será dentro de poco el Museo de las Colecciones Reales, que ha hecho un trabajo sobre Ursicinia Martínez, que era de Santa Cristina y fue una de las pioneras en el mundo arqueológico. Fue directora del Museo de León durante muchos años y después de la Casa de Cultura de Zamora. Es la penitencia vital de esta señora en los años duros de los treinta y principio de los 40. Después un artículo de su hijo, José Ignacio Primo, fallecido recientemente.

–Hemos podido acercarnos a una novedad editorial, la Guía para Visitantes de la iglesia de San Juan del Mercado.

–Sí es una novedad editorial que forma parte de los cuadernos benaventanos. Además, se está haciendo ahora una guía de visitantes de Castroverde de Campos y habrá otras relacionadas con Villalpando y también Villamayor de Campos. Es un formato muy cómodo y la particularidad que tiene es que se dirige a un público interesado y que va más allá de la información a la que se tiene acceso a través del móvil. En la guía de San Juan se hace un recorrido por el exterior y después por el interior. Cada información que se da está con una imagen detallada. Su coste, además, es de seis euros.

–¿Hay además otras iniciativas por parte de Ledo del Pozo con el fin de recuperar el patrimonio de Benavente?

–Sí así es. Una de estas iniciativas es que hemos comprado en Italia el motor para el arreglo del órgano de Santa María de Renueva. La gestión nos la ha hecho el director del Museo de Villagarcía de Campos. Un organólogo, que es el que va a venir a hacer el montaje del interior del órgano para que vuelva a sonar y está previsto a finales de este mes o principios de septiembre. No hay una fecha concreta.

–También han anunciado la restauración del busto del doctor Castro de los Paseos de la Mota.

–Así es. Es una de las actuaciones previstas para la puesta en valor de este hijo predilecto de Benavente, puesta en valor de figuras históricas de la ciudad de Benavente, el doctor Francisco de Castro y Pascual. Pero, además, ya hemos apalabrado otra actuación como es la restauración de la mesa de la sala del Procurador del Común, afrancesada, que alberga el Centro Cultural Soledad González, va a ser una actuación, sobre todo, de limpieza.

Sigue pendiente el traslado del Santiago de Santa Marta de Tera, pero nadie hace nada"

–Más allá de Benavente, Ledo del Pozo también cuida la comarca.

–Así es, mira nos pusimos en contacto con el Museo de Rhode Island, que es donde está el pantocrator que había en Satna Marta de Tera y que se vendió en 1927 y compraron allí en 1930. Hemos conseguido una imagen de gran calidad y hemos hecho una reproducción 1x1 que hemos puesto allí a la entrada del Museo de Santa Marta de Tera con el fin de dejar constancia fidedigna de lo que es y al mismo tamaño y con el deseo de que no vuelva a ocurrir. También hemos editado los folletos de la iglesia de Grijalba, según nos pidió la Diputación Provincial.

–En Santa Marta sigue pendiente el traslado de la talla de Santiago al interior del templo. ¿Alguna novedad al respecto?

–Estuvo el director general de Patrimonio y el viceconsejero de Cultura en Santa Marta en diciembre del pasado año y parecía que estaban dispuestos al traslado. Ya no puedo decir más. Sigue pasando el tiempo y no se ha hecho nada. Nuestra idea es que en lo que era la sacristía anterior poner el Santiago y crear dos focos de atracción para los visitantes, la luz equinoccial y el Santiago, haciendo un pequeño estudio de esta imagen. Pero sigue deteriorándose a la intemperie. Nadie pone solución.