Las Fiestas del Toro sin toro no son lo mismo. Lo saben los benaventanos amantes del festejo taurino que ayer no pudo cumplir la tradición. El momento más importante de la jornada, la carrera del toro, por segundo año consecutivo no ha podido celebrarse como consecuencia de la pandemia del COVID-19. Pero algunos benaventanos no han podido resistirse acudir a su cita en el toril a las siete y media de la tarde. El refuerzo de la presencia de fuerzas de seguridad en Benavente se hizo notar desde primera hora de la tarde en que un helicóptero de la Benemérita se encargó de controlar el normal desarrollo de la jornada. También se dispusieron agentes en los accesos a la ciudad.

La maroma parada en el toril. / E. P.

Por las calles se veían grupos de familiares y amigos celebrando de modo contenido el festejo y ataviados con uniformes o camisetas de peñas, sobre todo, los más pequeños. Poco antes de la siete de la tarde ya había grupos de gente que fueron llegando a cuentagotas hasta el toril, el emblemático lugar desde el que sale el toro enmaromado. Desde las siete de la tarde se sucedieron las fotografías de grupos y familias a las puertas del toril. “No os atrevéis otros años” se decían unos a otros. “¿Sacamos la maroma?”, decían otros. El sentimiento de resignación estaba presente entre los que de algún modo u otro añoran la celebración de estas fiestas que tiene de protagonista al toro, pero sin duda tiene un componente social muy importante.

Un grupo de amigos a las puertas del toril. / E. P.

En esta zona también se dispusieron varios grupos de agentes tanto de Policía Local como de Guardia Civil que con su presencia lograron evitar la acumulación de gente a las puertas del toril hasta las siete y media de la tarde en que sonó la simbólica bomba que otros años anuncia la salida del toro enmaromado. A esa hora el Ayuntamiento de Benavente difundió un vídeo promocional de las fiestas a través de las redes sociales. “Un festejo que se paraliza pero que no se olvida. Pronto agarraremos esa maroma que une Benavente. Con orgullo defendemos nuestra identidad”, relata el vídeo.

El carretón enmaromado. / E. P.

Mientras algunos de los presentes en la zona del toril aseguraban que estaban esperando una sorpresa que no tardó en llegar. Por la calle Las Eras un grupo de niños recorrieron un tramo hasta el toril agarrados a una maroma que iba guiando los pasos de un carretón. Lo hicieron paseando y manteniendo las distancias de seguridad. Su aparición arrancó los aplausos de los presentes y se oyeron varios gritos de “Benavente”. Cuando el carretón llegó a la altura de la puerta del toril hicieron una parada y fue cuando la gente comenzó a acercarse para hacerse fotos con la maroma o el carretón.

Amigos incondicionales de las Fiestas del Toro. / E. P.

La Policía Local primero y la Guardia Civil después indicaron a los adultos que acompañaban a los niños que el recorrido del carretón tenía que acabar ahí. Recogieron la maroma para irse y en ese momento comenzaron las desavenencias con las indicaciones de los agentes de las fuerzas de seguridad. El barullo de ese momento y las voces, algunas más altas que otras, empañaron el simbólico acto.

Los agentes de las fuerzas de seguridad indicando a los organizadores que pusieran fin al acto. / E. P.

La jornada fue totalmente atípica. La concejala de Fiestas, Patricia Martín, recordaba por la mañana que “siempre ha habido festejo del toro en Benavente, excepto en la Guerra Civil. Tengo mucha pena. Es algo que nos inculcan desde muy pequeños, es nuestro sentimiento, nuestra cultura, nuestra tradición. Esperamos que en 2022 podamos celebrarlo todos juntos”.