“No es eficaz sanitariamente hablando y refleja la estigmatización del sector”. Así se resume las conclusiones a las que llegaban ayer distintos hosteleros de la ciudad, así como el propio Ayuntamiento tras conocer que por decisión de la Junta de Castilla y León Benavente continuará por tercera semana consecutiva dentro del listado de municipios esta comunidad con medidas excepcionales para la contención pandémica. Medidas que incluye el cierre del interior de establecimientos hosteleros, de restauración y salones de juego.

Lo cierto es que la incidencia acumulada a 14 días en Benavente sigue siendo superior a 150 casos por 100.000 habitantes, valor que la Junta de Castilla y León toma como referencia para aplicar estas restricciones, ayer se situaba en 163. Ante esta decisión el sector hostelero se mostraba de nuevo “resignados” y algunos no dejaban de hacer hincapié en que “no podemos más”, explicaba un hostelero de la zona centro. A las restricciones de la Junta se suman además, las lluvias intermitentes que hacen complicado, por no decir imposible en muchos casos, seguir atendiendo a los clientes en la terraza. “No podemos trabajar. Estamos agotados de esta situación”, explicaba un hostelero de la calle Herreros.

El Ayuntamiento de Benavente, una vez más, ha vuelto a pedir “responsabilidad y prudencia a nuestros vecinos con el fin de conseguir reducir este valor a fin de que la situación sanitaria mejore, y que ello suponga el levantamiento de la prohibición impuesta por la Junta de Castilla y León”. Y lamenta la decisión de la administración autonómica que, recuerda, indicaba al inicio de la puesta en funcionamiento de esta medida, que el cierre de interiores ayudaría a reducir el nivel de incidencia y se está viendo reflejado en los datos y en la realidad material que en la Benavente no es así. “Queda demostrado que la hostelería y la restauración no son los culpables de mantener u originar un alto número de contagios”, asegura, afirmación que secunda el sector de la restauración que tenía confianza en poder volver abrir sus negocios este martes y no va a ser posible.

Cancelaciones de comidas y compromisos que se han venido aplazando, sin saber “hasta cuándo va a durar esto”; “viendo lo que estamos viendo, con la gente desmadrada por las calles y con reuniones en locales y casas particulares, no vamos a salir nunca de esto”, lamentaban algunos hosteleros.

Para el equipo de Gobierno la decisión de la Junta es “incoherente en términos sanitarios y económicos, que además va en contra de la libre práctica de la actividad económica y que está originando que las grandes reuniones se estén realizando en domicilios particulares o en zonas al aire libre no controladas donde no se adoptan medidas higiénico sanitarias ni distanciamiento, algo que sí se estaba y estaría cumpliendo en los establecimientos de la ciudad afectados por el cierre”.

El alcalde, Luciano Huerga, quien aseguraba que ayer varios hosteleros de la ciudad se habían puesto en contacto con él para mostrarle su preocupación por el futuro de sus negocios, señaló que “aceptamos que por tercera semana consecutiva nuestro territorio se encuentre bajo las restricciones legales establecidas por la Junta, pero no compartimos la decisión adoptada ya que consideramos que la medida es incoherente, ineficaz y refleja una falta de sensibilidad con un sector al que se le ha culpado desde el primer momento de ser el foco principal de contagios; y al que este tipo de medidas está llevando hacía la ruina a decenas de personas afectadas de forma directa”.

Huerga asegura que “es absolutamente injusto y discriminatorio el trato dado por la Junta hacía nuestros hosteleros a los que se les está obligando a tener sus establecimientos cerrados mientras que, en los municipios de nuestro entorno de las ZBS con una población inferior pero con tasas de tasas de incidencia y datos epidemiológicos mucho peores de los que tiene Benavente, pueden tener abiertos sus establecimientos sin problema alguno y sin que se adopte ninguna medida sanitaria”.

Añade el primer edil que “la medidas son un sinsentido y nos solidarizamos con todo el sector de la hostelería y la restauración en la ciudad y exigimos al presidente de la Junta de Castilla y León que comience de una vez por todas a adoptar otras medidas que no sean las empleadas hasta ahora consistentes básicamente en culpabilizar, estigmatizar y llevar al precipicio de la ruina económica a nuestros convecinos de la hostelería y la restauración; ayúdenles al menos dejándoles trabajar de forma segura como han venido haciendo la inmensa mayoría, para que puedan así seguir ganándose la vida de forma honrada”.