El cierre del interior de la hostelería provocado por el COVID que continuará hasta, al menos, el martes ha condicionado la celebración de banquetes de primera comunión. Unos hosteleros veían venir esta situación de clausura y directamente no hicieron reservas para estas fechas. Otros han buscado alternativas como ofrecer mesas en la zona de terraza o aplazar los ágapes a próximas fechas.

Las primeras comuniones de este 2021 en Benavente han coincidido, precisamente, con el segundo fin de semana del cierre del interior de la hostelería, decretado por la Junta de Castilla y León hace dos semanas al superar el municipio la incidencia de 150 casos por cada 100.000 habitantes. El sábado estrenó el calendario de comuniones la parroquia de Santiago Apóstol. Comulgaron cuatro niños y en los cuatro casos sus familias fueron conservadoras. Dos directamente decidieron no hacer celebración. La madre de Víctor, Rosa Fernández, justifica su decisión en que quieren evitar riesgos de contagio a los abuelos. Aunque a la misa acudieron 18 familiares, cada uno se fue a su casa y fueron sólo los cuatro de familia a comer. “Más adelante, sí lo celebraremos”, asegura.

Ana Queiro, madre de Íker, ha decidido hacer una celebración de 25 personas, pero al aire libre. “Vimos venir esta situación del cierre, y directamente nos fuimos fuera a un restaurante con terraza”, dice.

En el Restaurante El Ermitaño precisamente han buscado alternativas, como la adecuación de una terraza en exterior, para poder dar servicio a la clientela de todo tipo de eventos. El problema, la amenaza de lluvia. Aunque ahora los hosteleros se enfrentan a una incertidumbre mayor: los datos de incidencia acumulada.

Este pasado fin de semana tenían previstas dos comuniones. De momento, lo que han hecho es aplazar una a otro fin de semana y celebrar la otra en la terraza. Lo que ningún hostelero quiere es suspender y causar perjuicio a sus clientes. Por eso precisamente, y como veían venir esta situación, otros directamente no han cogido reservas. Es el caso de otro gran establecimiento que prefiere que no aparezca su nombre. Directamente, ha programado todas las comuniones en verano, en julio, agosto y septiembre, y organizar sólo comida, sin actividades de animación.

En la parroquia del Carmen, Maite Rodríguez explica que intentaron en un restaurante local, pero estaba ocupado, y han tenido que celebrarlo fuera de Benavente. En casa de Emma Rubio, madre de Hugo, estuvieron hasta el último momento, “sin saber qué hacer” ante la incertidumbre creada por el posible cierre de la hostelería. Finalmente, se decantaron por una celebración “al aire libre”, un picoteo en un espacio privado. Como en este, en muchos casos, la opción ha sido una celebración en casa.

En Santa María, San Juan y San Isidro, hasta final de mayo no empezarán las celebraciones todas en San Juan. 15 nada menos para, como explica el párroco, César Salvador, reducir el número de niños por fecha. Como en todas las parroquias, ha primado la prudencia.

Sobre la cabeza de la hostelería, continúa pesando la espada de Damocles de los datos de incidencia del COVID. Según aparece en los datos de la Junta, en las últimas dos semanas en Benavente se han sumado 30 nuevos casos de coronavirus.

Hoy, por tanto, sabrán si podrán reabrir o no. Ayer, uno de ellos, el chef Pedro Mario Pérez Alonso expresaba de algún modo la preocupación del sector y la incertidumbre en la programación de eventos: “No lo tenemos nada claro. A ver esta semana. No tenemos ni idea de lo que va a pasar”.

La subida de casos de COVID hace peligrar la reapertura de los bares

La bajada de la incidencia acumulada de casos de COVID a lo largo de los últimos días daba cierto respiro a la hostelería. El límite superior de 150 casos por 100.000 habitantes, que establece la Junta de Castilla y León para decretar el cierre del interior de los bares y restaurantes y las salas de juego en municipios de menos de 5.000 habitantes, había ido bajando. Sin embargo, el sábado, 8 de mayo, hubo un repunte hizo que ayer la tasa se situase en una incidencia acumulada de 168,66 casos por 100.000 habitantes, es decir, por encima de los 150 por 100.000. De todos modos, habrá que esperar a ver como continúa la evolución y cuál es la decisión de las autoridades sanitarias de la Junta de Castilla y León hoy. Son precisamente los lunes cuando suele comparecer la consejera de Salud, Verónica Casado, y anunciar en qué municipios reabren el interior de los establecimientos, cuáles se suman y en cuáles permanecen cerrados.