“Injusto” es la palabra que más utilizaban los afectados para definir el cierre que, desde ayer y en principio durante los próximos 15 días, sufrirán tanto el interior de la hostelería como las salas de juego en Benavente. Así lo decretó el pasado lunes la Junta de Castilla y León después de que el municipio superase la tasa de incidencia de 150 casos de coronavirus por 100.000 habitantes. “No nos dejan trabajar”, “la situación ya es crítica, siempre nos toca a los mismos, no podemos más”, se lamentaban los propietarios de cafeterías, bares y restaurantes para expresar la incertidumbre, el pesar y la preocupación por este nuevo parón. Algunos estiman que los continuos cierres y las restricciones sanitarias que les han afectado en su actividad se han traducido en un descenso de la facturación del 60 o, incluso en algunos casos, el 70%.

Santiago Rodrigo, uno de los socios, en la sala de juego Cara o Lis. | M. F.

Esa era la valoración económica que hacía Óscar del Prado, responsable de la sala Buda, la única de la ciudad escenario de conciertos en vivo y que ahora tiene que conformarse con ser simple “bar musical”. De un aforo interior de 119 personas, pasó a 40 con las restricciones y, desde ayer, a 0. “Aunque toda esta situación me afecta mucho, de lo malo, podemos mantener abierta la terraza”, asegura este hostelero que, de momento, ha dejado aparcados muchos proyectos que tenía en marcha y, sobre todo, la música en directo. “Nuestra intención, siendo muy optimista, es empezar con los conciertos en septiembre u octubre, si las circunstancias lo permiten”, explicaba ayer.

Salas de juego

Uno de los negocios que han tenido que cerrar a cal y canto son las salas de juego. Ésta es la cuarta vez que lo hacen desde octubre. Y todo en 13 meses, desde que comenzó la crisis sanitaria del COVID en abril de 2020, en los que apenas han permanecido abiertas medio año en total.

“Es un nuevo jarro de agua fría. Esto ya no es una medida sanitaria, Es una medida más bien política, de carácter populista. En nuestra sala se cumplen estrictamente todas las normas y en nuestro sector, en toda la comunidad autónoma, no se ha registrado ningún contagio”, asegura Carmen Rodrigo, la gerente de la sala de juego Cara o Lis, en la plaza de la Madera. Su hermano y también socio, Santiago Rodrigo, se afanaba ayer por la mañana en la puesta a punto de algunas máquinas.

Comenta que cada vez que una persona juega, la máquina se limpia. Y toda persona que entra es identificada, lo que permitiría un rastreo de los posibles casos. “Como somos un sector en el ojo del huracán, yo creo que han aprovechado la coyuntura para cerrar las salas de juego”, opina la empresaria.

También tendrán que echar el candado los restaurantes que sólo tienen interior. Pueden, eso sí, vender comida para llevar, pero no siempre les compensa mantener sus puertas abiertas o no se adapta al tipo de comida que sirven. Es el caso del Mesón El Pícaro. Su responsable, José Antonio del Prado, tiene la “sensación” de que la hostelería es la que siempre paga el pato, “cuando hemos hecho inversiones en filtros de aire, ventilación para cumplir con todas las medidas… Somos los sitios más seguros”.

Este hostelero recuerda, además, las consecuencias del parón para las plantillas y sus familias. En su caso son 9 trabajadores. También hace hincapié en las repercusiones que tiene en los proveedores que les sirven productos, que son otro de los sectores afectados.

Luis María Palmero, del restaurante Lupy’s Antojitos, está ya desesperado, no da crédito. Como el resto de sus colegas hosteleros. Piensa que la solución es “que controlen más el cumplimiento de las medidas, no que nos cierren”. Así, asegura, no se soluciona el problema.

Como llevan sugiriendo desde hace mucho tiempo otros representantes del sector, la fiesta se va a ir a otro sitio, a espacios privados que es, dice, “donde deben intervenir” las autoridades. Asegura que no tiene ningún problema en que las autoridades vengan a inspeccionar su local porque cumple las medidas.

Cafeterías y bares

En cuanto a las cafeterías y bares de tapas que han trabajado, siempre que les han dejado, en la terraza exterior muestran su solidaridad con los compañeros de restauración. Y es que aseguran que “esta decisión a nosotros no nos afecta drásticamente”. Aseguran varios hosteleros que la actividad de la terraza ha logrado abarcar la mayor parte del trabajo durante los últimos meses, con una importante reducción de ingresos, eso sí.

“Lo peor es cómo lo están pasando los compañeros de los restaurantes”, lamenta Tano, de la Cafetería 2001. “Ya es mucho tiempo sin poder trabajar”, añade solidarizándose con los compañeros de profesión. No entiende el sector tampoco “cómo es posible que no podamos ir a comer a un restaurante en Benavente y si podamos hacerlo a Villanueva de Azoague”, o pasar la tarde viendo el fútbol en un bar de aquí al lado.

Sin acuerdo político sobre cómo sobrellevar la restricción en la ciudad

Ante la situación actual en Benavente, del cierre interior de los establecimientos hosteleros y casas de apuestas, el grupo municipal del PP dice al alcalde, Luciano Huerga, “que su obligación es intentar concienciar a la población para que trabajemos todos por bajar el índice de contagios”. Señala también el PP que “en lugar de andar buscando culpables y de cargar las tintas contra otros, hay que ser más responsables, trabajar en concienciar, porque es cosa de todos. Hay que ser serios y trabajar entre todos para que el lunes se elimine la limitación establecida por la aplicación de las indicaciones y criterios que trasladó el Gobierno de España a las comunidades autónomas en la Interterritorial”. Y añaden que “no sabemos si le habrá trasladado algo al Gobierno si no lo ha hecho, debería de pedirle que cambie los criterios”. El alcalde de Benavente por su parte lamenta que “el PP no se sitúa con Benavente y los benaventanos. En cuestiones como esta debería de existir una cuestión de sentido común y práctica”. Y añade que “si nunca hemos tenido su apoyo en situaciones prioritarias como la reindustrialización, el desarrollo de la ciudad o en materia sanitaria, ahora no tienen ningún pudor en posicionarse del lado de la Junta en lugar de solidarizarse con la ciudad y los sectores afectados. Es la realidad que llevamos viviendo seis años”. Y vuelve a incidir Huerga en que la decisión de la Junta para implantar las nuevas medidas para el control de los contagios “es incomprensible. Si tanto le preocupa a la señora Casado la salud pública de los benaventanos nos lo debería haber demostrado en los últimos años.

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