Después de cuatro años preparándose, la ovetense Marusela Fanjul se ha convertido en la primera mujer bombera de Zamora. Un hito al que ella prefiere restarle importancia. Al fin y al cabo, no cree que tenga más mérito que los dos compañeros que, como ella, han empezado a trabajar la semana pasada en el Parque de Bomberos de Benavente. Piensa que cualquier mujer con ciertas cualidades físicas para la profesión, si se esfuerza y se prepara, puede conseguirlo. Exactamente igual que cualquier hombre. Y anima a otras mujeres a intentarlo y, sobre todo, a las niñas a ser aquello que se propongan en la vida.

–¿Cómo surgió su vocación? ¿Ya había trabajado antes como bombera?

–Como bombera nunca había trabajado. Trabajaba de monitora de escalada y estudié Veterinaria en León. Siempre me gustó, siempre ha sido una profesión que me ha llamado la atención.

–Pero no se lo había planteado seriamente…

–No, en un principio, no. Es un cuerpo que presta una labor de ayuda y de servicio esencial. Después de acabar la carrera, me planteé opositar. Me podía haber tirado más por Veterinaria. Pero la idea de ser bombero siempre estuvo ahí, pero nunca me decidía a presentarme a unas pruebas. Y, al final, pues me convencieron.

-¿Lleva mucho tiempo presentándose a oposiciones?

-Llevo 3 o 4 años. Me presenté en Gijón, León, en Zamora y en Benavente. Es una interinidad. Se marcharon tres bomberos que sacaron plaza en otra ciudad y han quedado tres vacantes, que son las que hemos sacado mis dos compañeros, Javier Álvarez Faes y Héctor Redondo de la Fuente, y yo. Quiero decir que tendrán que sacar las plazas cuando corresponda.

–Y, por fin, se ha convertido en la primera mujer bombera...

–No tengo más mérito que mis compañeros, no lo creo. Soy la primera mujer bombero porque somos menos mujeres opositando. Chicos hay más. Quiero decir que no puede haber bomberas si no hay opositoras. Pero no creo que tenga más mérito que ellos, ni me haya esforzado más. Al final es una oposición larga y dura para ambos: hombres y mujeres.

–¿Cada vez hay más mujeres bomberas?

–Me imagino que al ver que empieza a haber mujeres bombero, se anime más gente. Y, luego, culturalmente estamos más abiertas. Es importante que en el cole las chicas vean que hay mujeres bombero, mujeres piloto y que, al final, se puede ser cualquier cosa, lo que uno quiera.

–¿Y por qué se retraen tanto las mujeres, porque no se presentan a las oposiciones?

–Las pruebas son exigentes, pero para ambos sexos. No es un regalo, está claro que no te lo regalan, pero si te preparas las pruebas, las puedes sacar. No es una cosa inaccesible para mujeres. Lo que pasa que igual por un tema cultural, ya que siempre fue una profesión en la que sólo había hombres, no hay mujeres o muy pocas. Yo creo que cualquier chica que la prepare puede sacarla.

–Siempre que reúna unas determinadas cualidades físicas…

–Claro, eso está claro. Pero ocurre lo mismo con los hombres. Lo mismo que un chico que mida 1,50 lo va a tener más difícil que uno que mida 1,90.

–Entonces, anima a las chicas, que no se echen atrás…

–Sí. Es como todo, que si te preparas y te esfuerzas, al final acaba saliendo y lo puedes conseguir.

–¿Cuál es la prueba que más se le ‘atascaba’?

–El problema que hay con Bomberos es que las pruebas son distintas en cada sitio. Por ejemplo, aquí en Benavente las pruebas me parecían asequibles. En León suspendí 1.500, cuando yo creo que corro bien.

–¿Y la parte teórica, también es difícil?

–Sí, es muy importante. La gente da mucha importancia a las pruebas físicas, pero también hay que estudiar mucho.

–¿Cómo han sido estos primeros días en el Parque de Benavente? ¿Está a gusto?

–Sí, mis compañeros son todos muy majos, me están ayudando mucho y explicándome muchas cosas. Al final, entras sin saber, y que tus compañeros te expliquen es el todo. Lo lees en el libro, pero luego vienes aquí y, en la práctica, es muy distinto. Tienes miedo de hacer las cosas mal. Y son muchas cosas nuevas y mucho material.

–¿Es consciente del riesgo que supone ser bombero?

–Sí, claro, el día que pase algo gordo, pasa y tienes que solucionarlo. El riesgo siempre está ahí. Pero también es verdad que las medidas de seguridad con las que trabajamos también son altas.

–¿Le gustaría que llegase un momento en que ser la primera mujer bombero de un sitio ya no fuera noticia?

–Sí. En mi caso, por ejemplo, yo hice unas pruebas igual que mis compañeros y no veo por qué razón el hecho de que yo haya entrado sea noticia y mis compañeros chicos no, cuando el esfuerzo habrá sido más o menos el mismo.