Samuel Peñastro es un benaventano que, desde muy temprana edad, ha estado rodeado de múltiples referencias dentro del mundo del arte. Su padre era pintor e hizo que Samuel creciese rodeado de todo ello, aunque él mismo reconoce que nunca se llegó a plantear vivir del arte, pero que el mundo del arte de manera profesional apareció en su vida, sin él buscarlo de ninguna forma. En su larga trayectoria como artista, Samuel ha trabajado en diversos aspectos de las artes escénicas.

Así pues, ha actuado como payaso y comediante en espectáculos muy importantes a nivel internacional como Circlassica, donde fue elegido por el gran Emilio Aragón. Desde el 2012, Samuel también cuenta con un proyecto personal llamado “Thelmo Parole”, del cual se siente muy orgulloso y con el que ha podido viajar por múltiples países del mundo.

–¿Cuál es su relación con Benavente?

–Yo nací en Zamora, pero soy de Benavente. Viví allí desde los seis hasta los 20 años. A esa edad yo me marché, un poco por la limitación de posibilidades que me daba Benavente, pero vuelvo siempre que puedo para visitar a familiares y amigos. Además, mis padres viven en Benavente, mis hermanos también, la mayoría de mi familia… por lo que trato de ir siempre que puedo, aunque ya no viva allí. Digamos que guardo una relación plena con la ciudad.

–¿Qué recuerdos le trae la ciudad?

–En realidad siempre que vuelvo a Benavente tengo recuerdos. Mi infancia y mi adolescencia fue muy feliz en la ciudad. Eran los años 80 y todo ha cambiado mucho. Nuestra generación se crió en la calle, jugando a todas horas y haciendo muchas gamberradas (ríe). Cuando veo la infancia de ahora, lo veo todo muy diferente. Las calles donde jugábamos están vacías, los parques sin niños ni a penas gente… todo ha cambiado mucho, pero guardo muy buenos recuerdos de Benavente y los años que pasé allí los considero fantásticos y de mucho aprendizaje. Las limitaciones, como ya te he dicho antes, y mi propia inquietud y ganas de viajar, pues hicieron que a los 20 años me marchase de la ciudad, aunque suelo ir varias veces al año.

–¿De dónde procede la vocación artística?

–Creo que todos tenemos un lado artístico, más fácil o menos fácil de desarrollar. Yo soy hijo de un artista porque mi padre es pintor y se podría decir que ese lado siempre lo he tenido algo más desarrollado. Sin darme cuenta, dentro de casa, tenía múltiples referencias dentro del mundo del arte. Aunque yo nunca me llegué a plantear lo de vivir del arte, es cierto que crecí rodeado de todo ello y ese lado lo tenía. A mí me gustaba mucho la música, la pintura, siempre he disfrutado de la comedia... pero yo nunca pensé en ello. Ese ámbito dentro del que yo he vivido ha permitido que yo pudiera dedicarme a esto, pero yo nunca me lo llegué a plantear. Para mí, el mundo del arte de manera profesional ha aparecido en mi vida, no lo he buscado de ninguna manera. Cuando yo ya pensaba que podría ser una posibilidad, yo ya casi estaba viviendo de ello.

–¿Y la vocación de payaso en particular?

–Pues o bien descubres a alguien que ha sido payaso, a modo de referente, o bien lo descubres un poco por ti mismo. A mí me surgió un poco la vocación de payaso de las dos maneras que te he comentado. Yo estaba con mercados y ferias medievales y hacía cosas de comedia, pero yo el concepto que tenía de payaso, y creo que es el que tiene la mayoría de la gente aún en estas épocas, estaba muy difuminado. La gente realmente no tiene una idea clara de lo que puede significar ser payaso. Yo, en aquellas épocas, pensaba lo mismo. Tenía un poco de rechazo hacia ser payaso, a pesar de que estuviera haciendo comedia en teatros y así, pero la idea no me convencía. Hubo una vez que la propuesta llegó a mí y decidí hacerlo a pesar del rechazo que mostraba. Lo hice un poco a mí manera y mi visión cambió. Y es que una vez que te introduces dentro del mundo del payaso, tu visión cambia porque ves que lo de ser payaso amplía muchas cosas y tiene un fondo muy amplio. No es realmente la imagen que tiene la gente sobre ello, sino que es mucho más.

–¿Cómo fueron sus inicios profesionales?

–Yo me siento un privilegiado desde el primer momento. Desde que soy mayor de edad, he trabajado en muchos sitios y en distintas profesiones, pero hubo una vez que decidí apostar por un proyecto dentro del mundo artístico e ir a por él. Yo desde que era joven siempre he estado haciendo bolos y espectáculos, pero a partir de este proyecto ya empecé un poco a iniciarme en este mundillo. Estuve unos meses haciendo espectáculos por toda España en mercados medievales y a partir de eso me fueron llamando de la misma compañía o de otras y fui creciendo hasta al final alcanzar, digamos, el mundo profesional, y sobre todo poder vivir de ello. Poder vivir de lo que a mí realmente me apasiona.

Samuel Peñastro durante una de sus actuaciones.

–Además, cuenta con un proyecto personal llamado “Thelmo Parole”, del cual es el creador, el productor y el director. ¿Qué nos puede contar acerca de este proyecto?

–El proyecto de “Thelmo Parole” lo monté en el año 2012, cuando ya llevaba doce años dedicándome a esto. En todos esos años, yo tuve muchos otros proyectos propios, muchas experiencias, muchos espectáculos, eventos de todo tipo, pero han sido todos un poco circunstanciales. Fue en dicho año, cuando yo me paré y dije: “vale, he tenido muchos otros proyectos y mucho aprendizaje por lo quiero hacer algo que ponga toda la carne en el asador. Algo que realmente merezca la pena”. Entonces, decidí crear “Thelmo Parole”, un personaje mudo con el que he visitado múltiples países y he podido comprobar el distinto humor, las distintas risas, por así decirlo, que se dan en los diferentes países del mundo. Es un proyecto personal que estuve pensando durante varios meses y que lancé con todo mi entusiasmo hasta ver dónde podría llegar. Con “Thelmo Parole” he estado en muchos eventos de Londres, en el prestigioso Festival de Edimburgo y en más de 20 países en cuatro continentes. Además, he realizado actuaciones muy importantes dentro del panorama internacional. Me siento muy orgulloso con el proyecto y con todo lo que me ha dado tanto a nivel personal como a nivel profesional.

–También sabemos que fue elegido por Emilio Aragón para ser el protagonista de Circlassica, uno de los mayores espectáculos de circo del mundo. ¿Cómo surgió todo eso?

–Desde hace ya varios años, yo formo parte de la compañía Ale Hop. Por aquel entonces, Emilio Aragón se fijó en mi personaje para participar en Circlassica. Nosotros entrábamos como la denominada troupe de payasos, pero ellos vieron mi trabajo dentro de la compañía y también mi trabajo personal y decidieron apostar por mí para el personaje principal de Circlassica. Sin duda, uno de los mayores espectáculos de circo del mundo. Entonces a mí me sacaron de la troupe y trabajé en el papel de personaje principal, pero yo primeramente también estaba en el proyecto, aunque con unas condiciones muy diferentes. Obviamente, acepté la proposición porque era algo muy importante para mi carrera y obtuve el papel de protagonista. Fue algo realmente bueno, aunque estábamos sometidos a mucha presión y la verdad es que trabajamos muchísimo para que todo saliese de la forma perfecta.

–¿Qué nos puede contar de Emilio Aragón? ¿Cómo es trabajar con él?

–Esa cara de hombre sencillo, amable, campechano, sereno, agradable y súper profesional, es totalmente así. No hay nada proyectado. Esa persona es así de magnifica realmente. Un hombre muy cercano y respetuoso que no se cree nada más de lo que realmente es, a pesar de toda la fama que ha obtenido y sigue obteniendo. Yo la verdad es que me considero un afortunado por haber podido trabajar con él y, sobre todo, aprender de él. Fue una experiencia muy bonita, en la que trabajamos todos muchísimo, y tener al lado a una persona como él la verdad que ayudó bastante porque te ayudaba a mejorar dentro de una plantilla en la que se encontraban los mejores del mundo del espectáculo.