Capital iluminado con la luz equinoccial. | E. P.

Celestina, a la entrada del espacio museístico. | E. P.

El “milagro de la luz” ha vuelto a la iglesia de Santa Marta de Tera. Este año las visitas para contemplar el fenómeno de la luz equinoccial ha estado marcado por las limitaciones de aforo y las estrictas medidas de distanciamiento e higiene adoptadas en el templo para evitar posibles contagios por el COVID-19. Ayer se adelantó a las nueve de la mañana “unos cinco minutos” - según explicó Celestina, la persona encargada de recibir a las visitas a esta joya del románico- , la entrada del rayo de sol para iluminar por unos minutos el capitel situado en el lado izquierdo del arco de triunfo.

La luz del sol entra por el óculo del ábside de este emblemático templo románico del Valle del Tera, situado estratégicamente. Sin duda, el autor de esta joya del románico en la provincia de Zamora contaba con conocimientos astronómicos para lograr que este fenómeno sea una realidad coincidiendo con los equinoccios de primavera y otoño.

“Yo llevo observando que en el equinoccio de otoño se adelanta varios minutos pero en este equinoccio, este año, empieza a pasar lo mismo. Minutos antes de las nueve ya se observaba. Yo no soy experta pero cuando tengo visitas a la iglesia es algo que comento y hay gente especializada en estos temas que explican que posiblemente con los terremotos y posiblemente desde el tsunami haya variado algo el eje de la Tierra. No sé si es cierto o no, pero sí lo comentan varios expertos. Durante siglos el fenómeno de la luz equinoccial ha sido siempre a la misma hora, este cambio es una apreciación”.

De modo que a las 8:55 ya empezaba a iluminar la parte alta del capitel. Luego durante unos minutos se fue desplazando hasta iluminar el capitel al completo y continúa deslizándose por la columna hasta que desaparece.

“Aunque se ha podido ver tanto el miércoles como el jueves, hoy es el primer día de este fenómeno y, siempre lo digo, los días laborables siempre viene menos gente. Pero lo cierto es que este año han venido menos personas que nunca. Es cierto que la iglesia tiene un amplio espacio, pero el aforo está limitado y tampoco queremos aglomeraciones”, explicó Celestina. Los visitantes este año han sido personas de la comarca del entorno, según Celestina. También desde Villanueva del Campo, acudió el cura a contemplar la belleza de este fenómeno con tres de sus feligreses.

Para la jornada de hoy también han mostrado su interés varias personas en acudir al templo y, aunque no se reserva la visita se ha optado por dar prioridad a la entrada de estas personas más previsoras. “A ver si tenemos la misma suerte de hoy”, señalaba Celestina.

La visita a este conjunto histórico toma más valor de la mano de esta lugareña, de la que hay buenas referencias de los visitantes por el trato recibido. Y es que Celestina tiene una devoción especial por este templo románico que visita prácticamente todos los días. Es para ello un lugar mágico, más allá de las jornadas en que se contemple la luz equinoccial.

“A mí en esta iglesia me sorprende todo día a día. Venir todos los días a trabajar es algo diferente. Nunca la encuentras igual, siempre tiene distinta iluminación, distinto brillo. Hago muchas fotos y alguna me ha sido imposible repetir a pesar de haberlo intentado”, asegura. Y añade que “es un placer trabajar en un lugar como este que cada día te sorprende”.

Relata también cómo la visita de los peregrinos “da vida”. Asegura que aprende muchas cosas de ellos, que tienen un montón de historias que contar. “Es algo que ahora echo de menos”. Y es que aunque es Año Jubilar la evolución de la pandemia seguirá condicionando las visitas de los peregrinos.

Los que se acercan a ver el “milagro de la luz” también disfrutan de la visita al espacio museístico que este año lleva abierto ya desde el mes de febrero a las visitas. Pone en valor también el Santiago Peregrino. “Hay gente que lo conoce. Otros vienen desde la Oficina de Turismo de Zamora encantados por la experiencia de la ciudad de Zamora y el trato de los zamoranos. Se llevan una sorpresa”.