La iraní Nazanín Armanian es una escritora y politóloga exiliada en España desde 1983.​ Esta semana ha ofrecido en Benavente una videoconferencia organizada por el Ayuntamiento de Benavente en la que puso en valor el papel de la mujer en la ciencia. Asegura que en los últimos cuarenta años ha habido un retroceso internacional de los derechos de las mujeres y cree que es necesario organizarse por la paz, la justicia social y la igualdad en todos los campos.

–Usted procede de Oriente Medio donde miles de personas día a día luchan por la libertad y los derechos de la mujer. Ha afirmado alguna vez la existencia de un retroceso en los derechos de las mujeres en esta parte del mundo. ¿Cómo es posible esto?

–Esto ha sido posible desde 1980. Este año Estados Unidos empezó a utilizar al integrismo religioso, no solo islámico, sino judío y cristiano también, en Oriente Medio en la lucha contra la Unión Soviética. Estamos hablando de la Guerra Fría. No solo había un conflicto a nivel armamentístico o económico, sino que Estados Unidos decidió unirse a la extrema derecha religiosa para luchar contra los ateos comunistas, socialistas. Y lo hizo desde Afganistán, Irán y Polonia.

–Tres países que son frontera con la Unión Soviética.

–Así es. En Afganistán mandó a los yihadistas, para destruir al gobierno socialista de Afganistán. En 1979 el 8 de marzo se celebraba en Afganistán y ahora no se celebra porque es un país ocupado. En Irán, Estados Unidos instaló a Ayatolá Homeini en el poder y este rompe la ley de familia que habíamos conseguido con mucho esfuerzo. Instala la ley de sharía en la que, por ejemplo, la edad nupcial pasa de los 18 años a los 8; legalizó la poliginia, un hombre puede tener cuatro mujeres oficiales e infinitas concubinas, y cualquier relación amorosa será condenada a pena de muerte por lapidación. Todo eso es un retroceso a una Edad Media. En Polonia hizo lo mismo. Financió al sindicato de extrema derecha católico de Lech Walesa, apoyado por el papa Juan Pablo II y rompió todos los derechos de la mujer. Ahora las mujeres polacas, desde hace dos años, ocupan las calles un día sí otro también reclamando los derechos que tenían hace cincuenta o sesenta años. .

–¿Cree entonces que los logros sociales son reversibles?

–Por su puesto. No fuimos nosotros, los pueblos de esta región, los que deseamos ser lapidadas y decapitadas y para poder salir de casa tener que tener permiso escrito del marido o el padre. No hay que olvidar que Irán en el año 68 tuvo ministra en el poder y ahora tiene un movimiento feminista centenario. Todo ha sido destruido. Cuidado, porque si no se cuidan no piensen que esto aquí no puede pasar.

–En estos sistemas patriarcales ¿cree que es necesario para la liberación de la mujer, una separación de la religión del Estado?

–Eso es lo primordial. Siempre que la religión ha participado de forma directa o indirecta en la política, los derechos de la mujer han empezado a retroceder. Hay que vigilar que la religión no entre en el poder y que el poder de los religiosos sea limitado. Hay que diferenciar entre la espiritualidad de las personas y la religión. La espiritualidad de las personas es absolutamente respetable. Pero las instituciones religiosas y los textos sagrados tienen que estar fuera del poder.

"La extrema derecha avanza en España a marcha gigantesca y con ella un discurso medieval"

–Aquí en España, ¿Cree que este año se afronta el 8M más politizado?

–Ahora el 8M en España se afronta con una extrema derecha que avanza a marchas gigantescas, en alianza con la cúpula de la iglesia católica. Están hablando en lugar de feminismo de ideología de género. Están reclamando que la mujer vuelva a los hogares para ser felices y hacer felices a los hombres. Este tipo de discurso de mujer buena, mujer decente, ya lo hemos vivido. Como tienen tantos medios y su mensaje está colando en la sociedad y hay grupos de mujeres que apoyan este tipo de discurso. En Estados Unidos, por ejemplo, muchos votantes de Donald Trump son mujeres. Está avanzando la reclamación de la figura de la mujer tradicional. Pero luego no dicen que muchas de estas mujeres no tienen derechos, a veces reciben palizas y si denuncian no le hacen caso porque es mujer. La regresión para la mujer se viene dando a nivel internacional desde hace cuarenta años.

–¿Qué mensaje le gustaría transmitir este 8M?

–Yo creo que lo principal es informarnos y después organizarnos y luchar por esos derechos. Es muy grave que no se pueda tener un 8M normal, no solo por la pandemia, sabemos que está muy politizado. Es cierto que hay que mantener las medidas sanitarias, pero de alguna manera se tiene que celebrar este día. Tenemos que celebrar el 8 de marzo porque es el único día del año que podemos reclamar una serie de cuestiones que el resto del año son ocultados.

–¿Cree que la pandemia está disparando la violencia contra la mujer?

–No es que yo lo crea, las estadísticas lo reflejan. Las primeras víctimas de la pandemia han sido las mujeres, no me refiero a nivel de mortandad. En cuanto a los puestos de trabajo han sido las primeras en ser despedidas. La pobreza creada por el cierre de la economía ha enviado a más mujeres a la feminización de la pobreza. El 70% de los pobres del mundo eran mujeres antes de la pandemia. Espero que podamos volver a lo que éramos hace un año.

"En España las féminas son segundo género, en Oriente Medio son subgénero"

–Haciendo referencia a esa campaña “No más Matildas” que reivindica el trabajo de las mujeres científicas, ¿qué hubiese sucedido si Einstein hubiera nacido mujer?

–Sin duda que casi seguro no hubiéramos hablado de Einstein, ni sus teorías se hubieran aplicado en el campo de la ciencia. Hay muchas mujeres científicas de las que no sabemos ni su nombre. A Einstein no lo hubiéramos conocido.

–Según la Unesco, las mujeres suponen el 28% del alumnado en carreras científicas en el mundo. En España, además, la presencia de chicas en las aulas lejos de aumentar esta disminuyendo en los últimos años. No son datos muy alentadores.

–En la Universidad hay más mujeres que hombres pero estamos hablando de carreras como Filosofía o Historia. No ocurre en las carreras científicas. El patriarcado sigue pesando, porque sigue en la conciencia colectiva que esas carreras son difíciles para la mujer. Estas carreras están de alguna manera vetadas a las mujeres. El sistema capitalista que está basado en el dominio del más fuerte, del más rico sobre el toro, uno de los ingredientes importantes es el patriarcado. Las mujeres son la mitad de la población y si están sometidas por el marido y la ley, eso crea un beneficio extra al sistema capitalista. El trabajo que realizan las mujeres amas de casa es un trabajo gratis. Se beneficia el estado capitalista. Al sistema le interesa mantener a las mujeres como segundo género.

–Habla de segundo género, pero en alguna ocasión señala a la mujer subgénero, ¿a qué se refiere con esto?

–En España la mujer es segundo género porque cobra menos o es la primera en ser despedida de un trabajo y la última en ser contratada. Pero en países de Oriente Medio la mujer deja este segundo género para ser un subgénero. Esta regresión está ocurriendo en todo Oriente Medio. El precio de sangre, que es así como se llama, que tiene una mujer es la mitad que la de un hombre. Por ejemplo si una mujer es atropellada por un coche recibirá la mitad de la indemnización que si fuera hombre. Es por ley. Esto antes no existía, al menos en teoría mujeres y hombres eran iguales.

–¿Qué propone para que esto vaya cambiando?

–Lo primero separar la religión del poder. Luego hay que crear organizaciones que defiendan los intereses de la mujer, sin esto es imposible avanzar. Lo que están haciendo los ayatolás en Irán es limitar las actividades de los sindicatos obreros, partidos políticos y asociaciones feministas. Porque saben que las personas organizadas no se dejarían someter. Les persiguen . Turquía por ejemplo es el primer país del mundo con periodistas encarcelados. Estamos enfrentándonos con una extrema derecha muy salvaje, muy agresiva. Recuerda el fascismo con nuevo ropaje. Su discurso es el mismo.

"Lo más importante es buscar primero la paz, después la justicia social y la igualdad"

–Hablaba de retroceso de las mujeres en Oriente Medio pero ¿ese retroceso se está viendo en todo lo demás?

–Así es. Todos los países ahora están gobernados por la extrema derecha islámica eran países semilaicos. Por ejemplo en Irán no se encarcelaba a la gente por el velo, por un beso por la calle o porque religiosamente no les gustaba. Ahora, además de la dictadura política hay un componente religioso. En Turquía la dictadura era laica y ahora es islámica. En Libia han derrocado a un gobierno social más avanzado de toda África. Gadafi era un dictador laico y cuando llegó al poder lo primero que hizo fue prohibir la construcción de más mezquitas, aumentó el número de teatros y centros cívicos y la base de viviendas sociales. Libia es ahora un estado fallido. Hay dictadores que sirven más o menos por su poder estratégico.

–Importante ese poder estratégico para las empresas armamentísticas, que en lugares como Irak, uno de los estados más antiguos del planeta, ha visto la destrucción de infraestructuras y la muerte de millones de personas.

–Es exactamente eso. La guerra de Irak coincide con el fin de la Unión Soviética. La guerra del Golfo Pérsico, en 1991, es el año del fin de la Unión Soviética. Lo que quiere decir que la Guerra Fría termina, el enemigo rojo desaparece y las empresas armamentísticas necesitan un nuevo enemigo para poder seguir funcionando. Se inventan otros enemigos. Han matado a Bin Laden y sigue la OTAN ocupando Afganistán después de 19 años. No hay país más importante para la OTAN que Afganistán en el mundo. Pueden inventarse excusas y pretextos para crear bases militares y mantener estas empresas de armamento. Uno de los motivos de echar a Trump ha sido que se negaba a hacer guerras. Estas empresas han apoyado a Biden.

"Hay que separar la religión del poder para lograr cambios en la conciencia colectiva"

–¿Qué espera de la política internacional de Biden?

–Más guerras. En los primeros 100 días de gobierno ya ha bombardeado Irak y Siria. Biden es el representante del imperialismo militar estadounidense como la mayoría de los candidatos demócratas. Estados Unidos necesita cambiar el mapa político de Oriente Medio ante el avance impresionante de China. Privar a China del progreso es controlar Oriente Medio y eso se consigue con las guerras. Hay que buscar primero la paz, luego la justicia social e igualdad.

–¿Un mensaje hacia la esperanza?

–Hoy en día podemos tener acceso a la información y debemos informarnos de la realidad del mundo. Salir de nuestras aldeas y países pequeños y mirar al mundo. Organizarnos por la paz y la justicia social e igualdad. Las mujeres tenemos una fuerza increíble para conseguirlo.