Dos años de cárcel y el pago de 340.000 euros de indemnización. Es la condena que espera a A. H. C., de 33 años de edad por dejar en una situación de severa discapacidad a R.C.M, de 52 años, tras propinarle un fuerte puñetazo que acabó con un traumatismo cráneo encefálico. Son los términos de la conformidad a la que llegaron la acusación particular, Fiscalía y abogado defensor en el juicio celebrado ayer en la Audiencia de Zamora, tribunal que dictará sentencia de acuerdo con los términos previstos en el acuerdo.

Los hechos que han motivado el procedimiento tuvieron lugar el 23 de abril de 2017 sobre las 4.30 horas en plenas fiestas de La Veguilla, en Benavente, cuando ambos, acusado y víctima discutían debido a que A.H.C. le debía, presuntamente, dinero a R.C.M.. El primero emprendió la marcha para alejarse, mientras el segundo, acompañado por un amigo, le siguió por la calle increpándole. Al llegar a la esquina de la plaza de Santa María número 1, aprovechando que no había testigos, A.H.C. propinó un fuerte puñetazo en la cara a R.C.M., quien cayó, se golpeó la cabeza contra el suelo y sufrió un traumatismo cráneo encefálico severo.

La víctima tardó 473 días en curar, pero le han quedado un perjuicio estético importante, deformidad frontal y una cicatriz por el cierre de la traqueostomía, además de secuelas en el sistema nervioso que le producen un trastorno grave en la memoria, necesita ayuda para las actividades de la vida diaria y la incapacidad de relacionarse con otras personas.

Los hechos fueron calificados por la Fiscalía como constitutivos de un delito de lesiones cualificadas, que conlleva la pena de ocho años de prisión, además de una indemnización de 590.287 euros por los daños y perjuicios causados. La acusación particular solicitó esa misma pena de prisión pero elevó a 1.782.909 euros las indemnizaciones.

Los abogados de acusación y defensa, con anuencia del Ministerio Fiscal llegaron a un acuerdo de conformidad en el que se mantiene la calificación del delito de lesiones, pero se le aplica las atenuantes de confesión de los hechos e intento de reparación del daño causado, ya que según indicó la defensa fue el propio agresor el que llamó al 112. Por eso se queda la petición de pena en dos años de cárcel y 340.000 euros de indemnización, de los cuales 80.000 euros ya se han abonado con anterioridad, 220.000 euros se entregaron minutos antes de juicio en forma de tres cheques bancarios y los 40.000 euros restantes deberán ser abonados en un plazo de dos años.