Siempre que se les necesita están. Sus profesiones son de lo más diverso desde fotógrafos, albañiles o fontaneros y electricistas, a controladores de la O.R.A.; todos ellos tienen un objetivo común, ayudar cuando los vecinos de Benavente y comarca lo necesitan. Son los voluntarios de la agrupación de Protección Civil en Benavente. Ayer se celebraba el Día Internacional de los Voluntarios, una conmemoración con la que se busca poner en valor la importante labor que realizan todas aquellas personas que deciden de forma desinteresada tender su mano a los demás. En Benavente son numerosos los voluntarios que realizan labores desinteresadas en el amplio tejido asociativo con que cuenta la ciudad pero, sin duda, este año en el que todo se ha visto trastocado, se han suspendido actividades, servicios y programas de todo tipo, se ha puesto en valor la labor de los voluntarios de Protección Civil, algo más de una veintena de vecinos de Benavente y pueblos de la comarca como Castrogonzalo o Colinas, entre otros, que dedican su tiempo libre a colaborar en todo tipo de iniciativas.
“Nosotros no hacemos guardias. Pero estamos dispuestos a acudir a los servicios que nos necesiten en cualquier momento. Ser voluntario es algo intrínseco a la persona”, explicó Heliodoro, jefe de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil que lleva formando parte de esta asociación 29 años de los 31 que lleva en marcha.
Es habitual ver a estos voluntarios en servicios preventivos en actividades deportivas, culturales o festivas. Pero este año “todo ha cambiado porque todo lo que podemos programar ha estado pendiente de las restricciones puestas por la pandemia. Podemos programar una fiesta o un evento, pero no otras salidas que hacemos por una llamada al 112, o cuando colaboramos en la búsqueda de alguna persona perdida”, explica recordando que la última llamada que recibió fue a las diez de la noche pidiéndoles ayuda para buscar a un mujer mayor de Valderas.
Con el decreto del Estado de Alarma se organizaron para poder asistir a la ciudadanía diariamente. “Lo normal”, dice, aunque reconoce que la pandemia ha puesto en valor la labor que realizan como voluntarios.
En este sentido, el concejal de Seguridad Ciudadana, Fernando Marcos, ha querido reconocer la labor de estos voluntarios, sobre todo este año, que han estado en primera línea “desde el minuto uno y siempre de modo desinteresado, altruista”. Su labor de colaboración con personas mayores a las que realizaron las compras cuando no podías de salir de casa o a los enfermos de riesgo con los que colaboraron para llevarles los medicamentos es algo que reconoce la sociedad a estas personas.
Ahora siguen trabajando en labores relacionadas con la COVID. “Alguna vez nos han llamado para que les tiremos la basura a gente que está en cuarentena” y también recogen medicamentos a enfermos con COVID y, con todas las medidas de seguridad necesarias, se las entregan en su casa.
En estas semanas en que las condiciones meteorológicas son más complicadas se preparan para servicios por posibles nevadas. El servicio más difícil que recuerda Heliodoro con relación a la nieve fue cuando hace años se tuvo que habilitar el pabellón de Los Salados para recoger a gente que se quedó en la 525 atrapada por la nieve. “Y hace dos años fue una nevada espectacular. No dábamos abasto, pasabas con la cuchilla y mirabas para atrás y parecía que no habías hecho nada”, asegura.
También es de importancia la labor de ayuda que realizan en las reiteradas inundaciones en la zona. “Ha cambiado mucho, ahora es muy difícil que haya riesgo para la población”. Hace un año con las inundaciones de diciembre realizaron labores de vigilancia de las riberas de los ríos en Benavente y la comarca. En este tipo de servicios fue precisamente como comenzó a andar esta agrupación de voluntarios por la labor que un grupo de cuatro personas (José Luis Esteban, José Elías de Lera, Rafael Miguélez y José Montes) realizaron en las riadas del año 1989.
