El Día Internacional de las Personas con Discapacidad, celebrado ayer, ofrece la oportunidad de impulsar la necesidad de romper barreras y abrir puertas con el fin de crear una sociedad que incluya a todos. Y eso es precisamente lo que desde distintas experiencias personales piden algunos benaventanos y vecinos de la comarca que por diferentes motivos sufren una discapacidad que, con sus cosas buenas y las no tan buenas, ha supuesto un brusco cambio en sus vidas.

En Benavente, Asprosub Virgen de la Vega, Plena Inclusión, este año ha limitado las iniciativas con las que habitualmente da visibilidad a la problemática del colectivo de personas con discapacidad intelectual debido a la pandemia. Pero sigue alzando la voz con sus reivindicaciones para que la integración de estas personas sea “real” en la sociedad, según explicó el gerente de Asprosub en Benavente, Francisco Garrote quien además hizo hincapié en que “hablamos de personas, no de personas con discapacidad”.

Labores de desinfección en las instalaciones de Asprosub Benavente durante esta pandemia. | E. P.

Un año más desde Asprosub ponen el énfasis en el tema laboral. “El acceso al trabajo para estas personas es básico. Igual que hemos conseguido derechos como el sufragio, es importante entender que la inclusión social a través del tema laboral es fundamental. Realmente su capacidad para trabajar es excelente y hay que recordárselo a las administraciones para que cumplan siempre con las cláusulas sociales de los contratos públicos y también a las empresas para el acceso al mercado ordinario que sería lo ideal”, señaló. “La inclusión laboral sería lo básico para conseguir una inclusión real y definitiva”, añadió.

En el centro de Benavente cuentan con un centro social de empleo con 35 personas en trabajos del vivero y gestión de residuos, garden y carpintería. “Lo ideal sería que muchas personas que formamos en el centro pudieran obtener una salida al mercado ordinario de trabajo para ver una inclusión real”.

Carlos Blanco, piloto. | E. P.

Otras discapacidades también encuentras trabas sociales para la inclusión real, aunque personas como Alicia Nefzi, Iván Bragado o Carlos Blanco han puesto todo de su parte para seguir rompiendo barreras, las físicas y las mentales.

En el caso de Alicia, actualmente alcaldesa de La Torre del Valle, la discapacidad física que sufre fue fruto de un accidente de tráfico que le cambió la vida. “Antes de estar en la silla de ruedas nunca me hubiera planteado ser alcaldesa, pero la verdad es que me animaron mis compañeros y como disponía de más tiempo di el paso y aquí estoy”, asegura. Nefzi asegura que es cierto que hay muchos planes formativos para discapacitados, pero a la hora de llevar a la práctica en el mercado laboral lo aprendido es “muy complicado”. Primero porque sigue habiendo barreras arquitectónicas y también “mentales”, que, asegura, “son las más difíciles de romper”. Es también la delegada de Aspaym en Zamora aunque la pandemia ha paralizado las iniciativas y proyectos que se había marcado hace un año esta asociación en Benavente.

Alicia Nefzi, artista y ostenta el cargo de alcaldesa. | E. P.

Alicia explica que “discapacitado puede ser cualquiera en cualquier momento de su vida. Muchas veces de modo temporal, o por la edad o por circunstancias sobrevenidas como me ocurrió a mí. Quizás, aunque sea egoístamente, la gente se podría poner en nuestro lugar, porque nadie está a salvo de ello”, asegura.

Por su parte, Iván Bragado es un deportista benaventano que tras una operación de un tumor en la cabeza tiene discapacidad, aunque es capaz de lograr metas que no cualquier persona podría. Amante del deporte, es parte de su forma de vida y año tras año se pone metas que logra superar. Las barreras mentales son para él también las más difíciles de derribar. “Quedan muchas barreras, la sociedad no está del todo mentalizada, hasta que no te ves con el problema no te planteas nunca lo de la persona discapacitada y ahí es donde entramos nosotros, para que se nos vea en la sociedad”, asegura. Con la pandemia se ha paralizado su forma de vida, “como a todo el mundo. Yo soy entrenador de un equipo de fútbol de niños y todavía no hemos empezado a entrenar este año. Además, pilotos de mi bici, por su trabajo, no se atreven a venir conmigo por si me pudieran contagiar del COVID”, lamenta.

Iván Bragado, deportista y entrenador de fútbol. | E. P.

Mientras que Carlos Blanco, un piloto benaventano que sufre discapacidad física desde un accidente en moto, vio en aquel accidente una oportunidad para disfrutar de la vida como nunca antes lo había hecho. “Una discapacidad puede ser un problema o simplemente una forma distinta de vida. Yo no sé cómo hubiera sido mi vida si no hubiera tenido el desgraciado accidente con lo cual vivo la vida que tengo disfrutándola al máximo. Animo a la gente para que se ponga el mundo por montera y haga lo que de verdad quiere sin prejuicios y sin depender de la opinión de los demás. Vida solo hay una y algunos hemos tenido la suerte de tener otra oportunidad. Vivamos y disfrutemos de la vida”, asegura.

El Ayuntamiento de Benavente, a través de la Concejalía de Sanidad, ha querido adherirse a a esta efeméride iluminando las fachadas de las sedes municipales con el color que la representa, “oro, plata y bronce”. Colores que representan las tres discapacidades principales: la física, la psíquica y la sensorial.