El desbloqueo del uso de remanentes por parte de los ayuntamientos durante los años 2020 y 2021 y la suspensión de las reglas fiscales anunciada ayer por la ministra de Hacienda y Portavoz, María Jesús Montero, permitirá al Ayuntamiento de Benavente afrontar al menos el 50% de su aportación al Plan de Fomento Territorial con recursos propios y reducir en 1,5 millones de euros el crédito que tenía previsto concertar para financiar el Puerta del Noroeste.

El giro de la ministra de Hacienda con relación a la suspensión de las reglas fiscales (la Ley Montoro) cogió ayer por sorpresa a todos los ayuntamientos del país, y también al benaventano, que se encontró de repente con las manos libres para utilizar en lo que considere oportuno el remanente de tesorería que pueda generar en este bienio.

Aunque aún se desconoce la letra pequeña de la suspensión, Montero dejó claro que en el periodo citado los ayuntamientos podrán usar sus remanentes en lo que consideren oportuno en ese periodo, en el que no regirán de forma imperativa ni el principio de estabilidad presupuestaria ni la regla de gasto. La decisión crea un nuevo escenario económico municipal que en el caso del Ayuntamiento benaventano genera varias opciones.

La liquidación presupuestaria de 2019 dejó un remanente de 3,2 millones de euros, una cantidad que en la práctica se ha reducido a 2,8 millones debido al error funcionarial ocurrido en diciembre al no elevarse a la firma el decreto de abono de facturas reconocidas por importe de 400.000 euros.

Desde que se puso en marcha el Plan de Fomento Territorial de Benavente (Plan de reindustrialización), el equipo de Gobierno había previsto reducir paulatinamente la deuda con los bancos y pedir anualmente menos cantidad crediticia.

En 2014 el Ayuntamiento de Benavente debía 10 millones de euros. Este año se cerrará con una deuda estimada de 5,9 millones. El pago de amortizaciones e intereses, la liquidación de los préstamos más onerosos (el de proveedores), y la cada vez menor disponibilidad de nuevas cantidades crediticias estaba en la hoja de ruta municipal para hacer frente en 2021 o 2022 a la concertación de un crédito por importe de 3 millones, que es la aportación que el Consistorio realizará al Puerta del Noroeste.

Esta reducción de deuda perseguía el objetivo de estar por debajo del 75% de endeudamiento, que es el que establecían las reglas fiscales de la llamada Ley Montoro para no tener que pedir permiso a administraciones supramunicipales, en este caso a la Junta de Castilla y León.

La suspensión del principio de estabilidad presupuestaria y de la regla de gasto, y la autorización de disponibilidad del remanente permitiría al Ayuntamiento, en función de los plazos de licitación del Puerta del Noroeste afrontar su aportación con un 50% de fondos propios o, en caso de que los plazos de tramitación no lo hicieran posible, solicitar íntegramente el préstamo de tres millones sin observar el límite del 75% citado ni tener que estar pendiente de otras medidas adicionales, como un plan económico y financiero que pudiera entrañar un aumento de la presión fiscal municipal.

La Concejalía de Hacienda prevé que el remanente que dejará la liquidación del presupuesto de este año sea similar al de 2019, esto es, entre 3 y 3,2 millones de euros. Esta cantidad le permitiría optar por la primera alternativa (no podría emplear todo ese dinero en el proyecto para evitar tensiones de tesorería y falta de liquidez, entre otros motivos) o por la segunda, en el caso de que no pudiera sacar en 2021 la licitación de las obras.

Si la tramitación del expediente se agiliza, la Concejalía de Hacienda podría destinar 1,5 millones a la actuación consignando la partida, que tendría que comenzar a ejecutarse en plazo, esto es, en el mismo ejercicio económico.

Tanto la Secretaría municipal como el departamento de Intervención, a la espera de conocer cómo se traducirá sobre el papel el anuncio del Ministerio de Hacienda, han comenzado a trabajar ya en ambas hipótesis, según explicaron ayer fuentes municipales, que no descartan que la autorización del Estado para poder gastar el remanente pudiera contar con un año de prórroga más si la situación económica recesiva, como se prevé, se prolongue y requiera más medidas de estímulo económico.