La Plaza Mayor de Benavente acoge desde ayer la XXVI Feria del Pimiento y Productos de la Tierra con la participación de ocho hortelanos. Solo dos de ellos con pimiento morrón a la venta, aunque hay también un escaparate de otros productos de la huerta, así como miel, queso y legumbres. La escasa presencia de pimiento llevó a los habituales clientes de este producto a realizar las ventas en la misma mañana de ayer y en algunos momentos llegaron a verse colas de espera para poder llevarse para casa el producto de calidad de la zona de los Valles.
El Ayuntamiento colabora con Ahurvabe (Asociación de la Huerta de los Valles de Benavente) en la organización de esta feria que cumple un estricto protocolo de medidas de higiene y seguridad frente al COVID-19. Aunque Ahurvabe tenía prevista la presencia de una docena de expositores algunos hortelanos han decidido finalmente no estar en la feria por las grandes pérdidas de producción del pimiento ocasionadas por las condiciones climatológicas, sobre todo, el último fin de semana por las lluvias.
“Agradecemos la presencia de los hortelanos. Esperemos que haya afluencia de público importante. Y siguiendo las medidas establecidas en el protocolo de seguridad esperamos que no haya riesgo para hortelanos ni visitantes”, explicó la concejala de Ferias, Sandra Otero. En la misma línea, el alcalde, Luciano Huerga, explicó que “hay que agradecer a todos los que han venido y han apostado por la Feria del Pimiento. Era un objetivo común. La normalidad se tiene que seguir produciendo y si es en condiciones de seguridad, mejor todavía. Esta ciudad está apostando por los mercados seguros, para que continúe la actividad, pero con las máximas garantías de seguridad y salud pública”, añadió.
Comprensión también por los que han preferido no estar en esta feria y un llamamiento a no perder “nuestras esencias, nuestras tradiciones entendidas como ferias como importantes para el sector primario de la comarca”.
Las previsiones de venta de pimiento están lejos de sumar kilos como en ediciones pasadas. Ya en los últimos años se ha ido reduciendo el número de asistentes que en la última edición fue de 25 y la presencia de apenas dos hortelanos del pimiento y otros puestos que combinan la venta de este producto con otros de la huerta de Los Valles no deja previsiones muy halagüeñas lejos de vender unos 5.000 o 7.000 kilos en estos días de feria, según explicó el presidente de Ahurvabe, Luis Alberto Gandarillas.
“La verdad es que cuando hicimos la reunión a principios de septiembre para valorar si hacíamos o no la feria, la verdad es que se concretó que iba a ver más gente. Pero las lluvias del pasado fin de semana, que no fueron muchas pero sí importantes, hicieron mucho daño al pimiento morrón y se estropearon muchos kilos y estamos muy poquitos”, señaló Gandarillas. Además, el miedo al desarrollo de la feria ha llevado a que algunos hortelanos opten por no estar en la feria. “Las medidas de seguridad se van a cumplir por supuesto. Pero ha habido gente que desde el principio ha decidido no estar en la feria y hay que respetarlo igualmente”.
El pasado año por primera vez los hortelanos de la IGP lograron salir a vender su producto con la marca de calidad. Comenzaron con mucha fuerza y ganas de seguir adelante y este año, tras meses de crisis por la pandemia, de nuevo no se ha visto pimiento certificado en esta feria. “El año pasado hubo un movimiento muy importante en la IGP con la elección del nuevo Consejo Regulador, cambio de sede, y se iniciaron gestiones con el Itacyl que han avanzado este año con la plantación de pimientos en un campo de ensayo. Lo que ha ocurrido este año es que hemos decidido no certificar el producto porque las cantidades que se iban a certificar iban a ser muy pocas, el movimiento económico que conllevaba era muy importante y no se ha hecho. Pero no quiere decir que no sigamos adelante. Seguimos trabajando y el producto a la venta es de muy buena calidad”, explicó.
