El desmonte y traslado de parte de las gradas de las pistas de atletismo permitirán restaurar la legalidad en la infraestructura deportiva. El graderío se construyó superando la altura permitida en el Plan General de Ordenación Urbana y el Ayuntamiento, siguiendo las prescripciones de la arquitecta municipal, se vio obligado a restaurar la legalidad urbanística conculcada.

Aunque las pistas han podido ser utilizadas por los deportistas, el exceso de altura de las gradas impedía continuar desarrollando el proyecto y autorizar su uso.

La actuación iniciada ayer por la mañana abarca tres proyectos diferentes, con una inversión global de 206.000 euros, y un periodo de ejecución de cuatro meses.

Así es el desmontaje de las gradas de las pistas de atletismo en Benavente para restaurar su legalidad

Así es el desmontaje de las gradas de las pistas de atletismo en Benavente para restaurar su legalidad

El graderío requerirá la demolición de pilares en seis pórticos, de tal modo que la plataforma extraída podrá ser trasladada e instalada junto al campo de fútbol de la Rosaleda por partes. La superficie edificada a demoler será de 302,25 metros cuadrados y la superficie construida de la edificación proyectada en La Rosaleda de 174,2 metros cuadrados. En este espacio deportivo las gradas se han proyectado con 162 plazas y nueve aparcamientos contiguos.

El desmantelamiento y traslado a La Rosaleda consumirá al menos un plazo de diez días. El plazo de ejecución de las gradas con accesos y el aparcamiento contiguo en La Rosaleda, consumirá dos meses.

Una vez desmontadas las gradas y eliminado el exceso de altura se podrán construir los vestuarios en las pistas de atletismo y también un almacén. El plazo de ejecución de estas obras es de cuatro meses, que es el tiempo global en el que deberían completarse todas las actuaciones previstas.

Los vestuarios ocuparán el espacio debajo del graderío, donde ningún lastre urbanístico impedirá futuros desarrollos. La dotación de estacionamiento será de una plaza de aparcamiento por cada 100 metros cuadrados de superficie construida o fracción, si bien la superficie construida de las obras proyectadas ya ha sido contabilizada en el correspondiente proyecto del graderío existente. Aun así, la parcela dispone de espacio suficiente para la dotación de las dos plazas de aparcamiento que corresponderá a la nueva construcción, según recoge el proyecto.