La Escuela de Música Duquesa Pimentel de Benavente ha abierto las puertas con un sentido de responsabilidad frente al COVID-19. El inicio del curso en las instalaciones municipales ubicadas en la Sinoga este año ha sido distinto. Ha estado marcado por las estrictas medidas de seguridad para cumplir un protocolo frente al COVID-19 que pretende salvaguardar a alumnos y profesores de posibles contagios. Alumnos y padres siguieron ayer las instrucciones marcadas por el profesorado del centro para garantizar distancias de seguridad, bien marcadas en el patio de entrada.
Alfombra con desinfectante para el calzado antes de entrar, gel hidroalcohólico y distancias entre los lugares a ocupar por los alumnos y hasta mamparas para separar a docentes y alumnos en las horas de clase. Todo ello no ha dejado de lado la música, la verdadera protagonista de la formación en esta escuela en la que diez profesores titulados realizan una atención personalizada con cada alumno.
“El protocolo que tenemos es muy estricto. Riesgo cero no existe, pero hay que intentar minimizarlo al máximo. Tenemos que seguir adelante de otra forma. Este año nos tenemos que adaptar a dar las clases de un modo distinto, quizás más frío porque trabajamos con niños y tenemos que mantener distancias y evitar que se toquen. Pero se trata de seguir adelante y no perder el ritmo”, explicó la directora del centro, Choni Sánchez.
La formación en esta escuela, no obstante, es principalmente con clases individuales, entonces en ese sentido lo tenemos más fácil. Las clases de grupos son mucho más reducidas, con ocho o nueve alumnos. El contenido de las clases también tenemos que adaptarlo a la nueva situación puesto que las dinámicas son distintas al no poder compartir material, por ejemplo”.
Las disciplinas incluyen Música y Movimiento; Lenguaje Musical; las clases semanales de Instrumento, de carácter individual y que incluye piano, guitarra clásica, guitarra eléctrica, violín, violonchelo, trompeta, flauta travesera, así como canto lírico y moderno.
