Imagen del socavón en el mes de julio.| J. A. G.

El otro cráter, con 18 años, aún por reparar.| J. A. G.

La Unidad Provincial de Carreteras reparó en agosto, tal y como había anunciado la Subdelegación del Gobierno, uno de los dos cráteres en el firme del acceso a la autovía A-52 en el término municipal de Villabrázaro.

En concreto, la actuación se ha centrado en el carril de aceleración para la incorporación a la autovía. Resta por buscarse una solución para el gran cráter que ocupa de lado a lado el vial de acceso hacia el carril de aceleración y hacia la localidad, a unos treinta metros escasos de distancia.

La denuncia de un vecino de Manganeses de la Polvorosa sobre la situación del acceso y el riesgo más que probable de que se pueda producir un accidente ha sido atendido “a medias”.

“Para quienes vienen a visitarnos de otras partes de España, además de un buen susto, es como una especie de símbolo: Querido viajero, acabas de salir de una red de autovías modernas que te conectan directamente con Copenhague y has entrado en una zona subdesarrollada, así, de repente. ¡Qué pobre sigue siendo Zamora!, dicen familiares y amigos. Nosotros insistimos en que no, que no es pobreza, que es dejadez...”.

Pascual Gallego Rodríguez escribió de este guisa a la Diputación Provincial de Zamora. Nunca recibió respuesta. Hizo lo mismo con el Gobierno y con la Junta, de los que al menos recibió contestación.

La primera vez que denunció la situación de los baches su hijo acababa de nacer. Han pasado 18 años. Su hijo ha crecido y al menos uno de los dos baches que le movieron a escribir a diversos estamentos, ha permanecido incólume.

Ayer recibió la noticia por este periódico de que uno de los dos socavones, tal vez el de menor riesgo, había sido reparado, le llevó a pronunciar la palabra “agradecimiento”. No puede decir lo mismo del segundo, el que motivó su denuncia original y que le llevó a emprender una cruzada de cartas con las tres administraciones (estatal, autonómica y provincial). “Me produce frustración después de tanto años, que la situación de ese bache sea la misma”, explicó.

A su juicio “es el más peligroso”. En las guías de carreteras para caravanas y autocaravanas, explica, la salida en Villabrázaro para llegar hasta Manganeses aparece reconocible y recomendada para los conductores europeos. “Es habitual ver alguna aparcada en Manganeses, y siempre son extranjeros. Lo que no saben es que al salir de la autovía se van a encontrar con ese enorme socavón, hasta que un día se produzca un accidente”, reitera.

A mediados del mes de julio La Subdelegación del Gobierno convocó a todas las administraciones implicadas para abordar el asunto. En el encuentro, la Subdelegación del Gobierno llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento de Villabrázaro, que colaboró económicamente aportando algo más de 1.000 euros, para arreglar ese pequeño tramo.Como ha ocurrido finalmente, la Unidad Provincial de Carreteras, solo actuó en el enorme bache del carril de aceleración, y no en el enorme y desmoronado badén, que motivó la denuncia de Pascual Gallego.

La disposición, sin embargo, de la Subdelegación del Gobierno por acabar con este problema le llevará a negociar la presumible asunción de la titularidad del tramo a través de un convenio con al menos el Ayuntamiento y la Diputación Provincial de Zamora, según anunció en julio. La intención de solucionar el problema, persiste, según ha podido saber este periódico.

La Diputación ha sido la más demandada hasta la fecha por este asunto. Hasta tres veces, según diferentes fuentes, habría tenido que acudir ante la justicia por reventones de ruedas y daños en vehículos y al menos una vez fue condenada en firme.