El cantautor madrileño Ismael Serrano cautivó esta noche al público benaventano que había conseguido las limitadas entradas gratuitas para acudir a la plaza Mayor hasta completar el aforo de 240 localidades a las que obliga la pandemia en cumplimiento de las medidas de seguridad e higiene en espacios libres. El termómetro marcaba 19 grados, pero una corriente incesante de aire produjo una sensación térmica de frío constante, a la que Serrano mantuvo a raya oponiendo un formato de concierto acústico e íntimo que se prolongó de las 21.45 horas hasta pasadas las 23.15.

Otro momento de la actuación. J. A. G.

Serrano combinó viejos temas, nuevas canciones y versiones de otros cantautores y los entreveró con un autorretrato relatado de experiencias y vivencias, sagaz y divertido. Así mantuvo la tensión del concierto hasta que se despidió con "Papá cuéntame otra vez" y un bis de dos canciones, entre ellas su incursión, en un proyecto junto a su mujer, en el mundo de la canción infantil.

El cantautor madrileño apostó por un formato acústico e íntimo.

A los temas propios, algunos de los cuales integrarán su próximo disco, sumó "Esos locos bajitos" de Joan Manuel Serrat, o el bolero Contigo aprendí. Serrano fue hilando temas con el relato hablado de su interés desde niño por las estrellas, sus veraneos infantiles en el pueblo de su madre en los que las noches se iluminaban con una vía láctea resplandeciente ajena a la contaminación lumínica, y las veladas nocturnas le marcaron escuchando a su tío cantar canciones de Serrat y de Silvio Rodríguez y soñando con cantar y tocar la guitarra del mismo modo algún día.

El público benaventano ocupó las 240 localidades disponibles.

Los estudios de astrofísica que no concluyó, su pasión infantil por ser astronauta, su interés por la física le llevaron al principio de incertidumbre de Heisenberg o a la teoría de cuerdas, y se convirtieron en un elemento de comunicación con el público, al igual que la recomendación materna de estar aún a tiempo de acabar los estudios universitarios o la reconvención de su abuela por no dar al menos clases de guitarra en la parroquia como su primo pese a haber recorrido medio mundo dando conciertos.

El concierto se prolongó desde las 21.45 hasta las 11.15 horas.

Divertido y finamente irónico, con la flema de un monologuista experimentado, Serrano fue desgranando sus canciones entre mensajes, anécdotas y bromas. Entre ellas la divertida leyenda urbana sobre Neil Amstrong cuando pisó la luna y la enigmática frase que se le atribuye: "Buena suerte, señor Gorsky", y su declarada afición por las conspiraciones sobre la llegada del hombre al satélite terrestre. Una anécdota apócrifa que relató en el marco de su afición a las conspiraciones, "aunque menos que la que tiene Miguel Bosé, a quien quiero mucho".

Ismael Serrano emprendió regreso a Madrid tras el concierto y tuiteó un mensaje en esta red social. "Hoy tuve un concierto emocionante. Creo que me he perdido una entrevista maravillosa a Díaz Ayuso. Me da pavor buscar fragmentos en tuiter. Es que estoy en la furgo de vuelta a casa y no quiero ponerme a discutir con la pantalla del teléfono a voces. Qué opinan", escribió. Durante el concierto, el cantautor había invocado y reconocido el valor y la heroicidad de los sanitarios durante la pandemia y expresado su deseo de que de esta "saldremos todos juntos" pese a reconocer que no había tenido perspectiva para escribir canción alguna sobre la pandemia y haber estado más interesado en la "vida congelada" que la COVID-19 ha causado.