El primer fin de semana de media veda en Zamora no ha sido especialmente fructífero para los cazadores de la provincia, que han sufrido, como los últimos años, la ausencia, aún sin explicación, de la primera presa de la temporada: la codorniz.

“Excepto algún punto en concreto que haya algún regadío, en general ha sido muy flojo”, afirma José Antonio Prada, presidente de la Feredación de Caza de Zamora. “Por estas fechas, la codorniz se nos va, no sabemos a dónde, pero se nos va”, añade. “El 90% de las que sabíamos se nos han ido”, afirma. Añade que incluso en Benavente y alrededores, donde hay mucho regadío, “ha sido un fracaso”. Utiliza de ejemplo la zona de Villaralbo, donde abunda el regadío y la cifra de codornices suele ser superior. Afirma que “la semana anterior habían visto 17, y el fin de semana de caza cazaron una, el resto se habían ido”.

Según Prada, la ausencia de codornices en esta época es un problema que los cotos de la provincia han sufrido durante varios de los últimos años.

“Hemos pedido que se adelante la veda en Castilla y León, o por lo menos en las provincias del sur”, afirma. No obstante, lamenta que “no nos van a hacer caso porque es una normativa europea”.

Declara, no obstante, que “esto puede volver”, dada la condición de ave migratoria de la codorniz. “Igual que ahora están en Burgos, Palencia o León, a lo mejor vuelven a bajar”, apunta.

“Cuando sales a la codorniz nunca sabes lo que te vas a encontrar, igual que puedes ver muchas puedes no ver ninguna”.

En relación con la situación de pandemia que está condicionando todos los ámbitos de la sociedad, Prada reafirma la seguridad que representa la actividad cazadora. “Yo fui el domingo y no me encontré con ningún cazador”, apunta. Aclara que “son miles y miles de hectáreas, y es tanto terreno que cuando te encuentras con alguien lo ves a lo mejor a 500 metros de distancia”.

Explica, por otro lado, que “otra cosa sería si fuera una cacería colectiva, donde se juntan más personas”. “En el caso de la codorniz el riesgo es inexistente”, incide.

La media veda se abrió el pasado sábado en Castilla y León, poniendo fin a un periodo de incertidumbre durante el que los cazadores desconocían si habría una nueva reglamentación ajustada a esta actividad.

Desde los cotos de la provincia se mostraban descontentos ante la pasividad de las administraciones, que han mantenido en vilo a los cazadores hasta el último minuto, sin incluir la caza entre las actividades contempladas para ajustar a las nuevas medidas sanitarias provocadas por la crisis mundial a causa de la pandemia de COVID-19.

“LOS DEPORTES ESTÁN EXENTOS DE LA MASCARILLA, Y LA CAZA LO ES”

Eduardo Blanco, gerente de Gesturcaza, afirmaba que “todos estamos de acuerdo en que la caza es un deporte”. Aclaraba que “en cualquier caso, la mascarilla en toda Castilla y León es obligatoria”.

José Antonio Prada defiende la caza y explica que “si alguien duda de que es un deporte, que venga con nosotros un día y verá que, efectivamente, la caza es un deporte de resistencia”. Eduardo Blanco pone en duda este argumento y se pregunta si “eso valdría ante un Seprona o un Guardia Civil”. Afirmaba Blanco que con mantener la distancia de seguridad debería valer.