Las lágrimas de emoción fueron visibles durante la mañana de ayer en más de un rostro en Camarzana. En un año atípico, pocas son las actividades que cuentan con el apoyo suficiente para llevarse acabo. Como única celebración de las fiestas de la localidad, la asociación Camarzana Viva ha podido brindar a los vecinos mayores del pueblo el homenaje que llevan celebrando más de diez años. Se ha hecho entrega de seis placas conmemorativas a los vecinos que durante este 2020 han cumplido los 85 años.

Ángel Panizo, Avelino de Paz, María Inés Ferrero, Micaela Andrés, María Manuela Colinas y Matea Ijurco fueron los seis vecinos que recibieron su placa.

El primer homenajeado fue Ángel Panizo. Con la voz entrecortada por la emoción, afirmó sentirse un “hijo del pueblo”.

Arropado por el calor de toda la familia que lo rodeaba, agradeció el cariño y demostró todo el amor que siente por el pueblo de Camarzana.

María Manuela Colinas Vega fue la segunda en recibir su placa. También rodeada de su familia, recogió emocionada el obsequio y agradeció el “cuidado que tiene el pueblo con sus mayores”.

“La de veces que he soñado con que iba a la tienda como si nada; después me despierto y digo «pero si no puedo andar»”, lamentaba Matea Ijurco Marcotegui, al rememorar cómo ha vivido el confinamiento y toda la situación que ha derivado de la pandemia.

“Otros años se hacía un acto en la plaza al que igual acudían 200 personas, pero este año no se puede”, afirmaba el concejal Santos Romero Panizo, dirigente de Camarzana Viva. “La pandemia no puede dejar a los mayores sin este merecido homenaje”, añade.