Latemaluminium, la empresa participada por Asturiana de Laminados (ASLA) que promueve la creación de un “Nuevo polo industrial” en el polígono La Marina de Villabrázaro-San Román, prevé comenzar a producir bobinas de aluminio en el último trimestre de 2021.

Así lo aseguró ayer el presidente y consejero delegado de ASLA, Macario Fernández Fernández, que confirmó también que la actuación de Latemaluminium, en sintonía con la apuesta de Europa por la economía circular, será mucho más ambiciosa y podría comprender varias fases adicionales de desarrollo e implantación en La Marina, con una ocupación de suelo de 150.000 metros cuadrados y una inversión final de al menos 200 millones de euros.

La sociedad está manteniendo contactos con las administraciones para apostar por un proyecto integral de economía circular y todas las cifras relacionadas con futuras fases producen vértigo.

De momento, la apuesta inicial está cobrando forma. La obra civil que la sociedad (con domicilio social y fiscal en Villabrázaro) está acometiendo en el corazón del otrora estéril polígono industrial La Marina está avanzando a pasos agigantados. La nave en construcción que albergará una planta de laminación de aluminio y de producción de bobinas de diferentes grosores ocupa ya 55.000 metros cuadrados.

La previsión es que esté terminada al finalizar el año, mientras la multinacional alemana SMS finaliza la producción de los bienes de equipo necesarios para la producción de laminados.

Si los plazos siguen su curso sin contratiempos (la pandemia paralizó las obras durante tres meses), es previsible que la recepción y montaje de 5.000 toneladas de acero y tecnología consuman los tres primeros trimestres de 2021 en los trabajos de instalación y puesta a punto. En el último trimestre del próximo año comenzaría la producción.

Macario Fernández, la exconsejera Pilar del Olmo y el alcalde de Villabrázaro, Dorsey García, en la presentación del proyecto de la planta de aluminio en Valladolid

En esta actuación la inversión prevista es de 110 millones de euros y se contempla la creación de al menos 180 empleos directos y cualificados. El proceso de selección de personal comenzaría a partir de la segunda mitad del próximo año, según explicó ayer Fernández.

La planta de laminados recibirá lingotes de aluminio de la fábrica del grupo en Villadangos (León) que serán convertidos en láminas, en bobinas, y también en aluminio líquido para suministrar a la construcción, el sector de alimentación y, en tercer lugar, al sector automovilístico.

Este último es el objetivo principal y uno de los clientes potenciales del proyecto de Latemaluminiun a largo plazo. La convicción de que los coches eléctricos que se produzcan en el futuro serán más livianos y usarán para aluminio en la carrocería, sustenta el redimensionamiento actual de la actuación y la apuesta de aumentar la inversión con el concurso de las administraciones públicas y el respaldo europeo a proyectos sostenibles.

De momento, la fábrica de laminado, podrá producir hasta 90.000 toneladas año de aluminio facturando hasta 350 millones de euros anuales. En una segunda fase se contemplaría la construcción de una línea de acabado, pintura y producción de paneles centrada en productos planos terminados. Esta nueva nave ocuparía un espacio contiguo a la primera y requeriría una inversión de 20 millones de euros. Generaría del orden de 50 puestos de trabajo directos, 100 inducidos y tendría una capacidad productiva de 50.000 toneladas anuales, con una facturación anual estimada de 36 millones de euros.

ASLA y Latemaluminium están manteniendo estrechos contactos con todas las administraciones para poder sacar adelante este proyecto global, que sigue las directrices europeas de sostenibilidad y de apuesta por las energías limpias en todo el proceso productivo.

El coronavirus, nuevo protagonista de la escena

 “Tenemos buenas sensaciones”, afirma Macario Fernández, que admite también que este proceso “de contactos y conversaciones” será largo y arduo y viene marcado por la crisis económica a que ha abocado al mundo la COVID-19.

Este nuevo proyecto global incluye la mejora de los procesos productivos con materiales no férricos y la implementación de tecnologías de fusión con H2 (hidrógeno). Contaría para ello con un centro de I+D+I y apostaría por que el aluminio, como materia prima productiva, tenga una vida infinita, alineándose así con las políticas europeas de sostenibilidad y con el Pacto Verde.

Este proyecto global, a expensas de las negociaciones con las administraciones, contemplaría el desarrollo de, además de las planta de laminado y de acabado, plantas de generación de hidrógeno y energía eléctrica; de fabricación de envases; plantas de segunda fusión del aluminio; de reutilización de envases; y de gestión de residuos industriales cerrando así el círculo económico.

Con este impulso, Latemaluminium apuesta de manera inequívoca por la “transformación estructural de la España vaciada” con una actuación de baja huella ambiental y un fuerte impacto en la generación de empleo de calidad. Si se cumplieran las previsiones Latemaluminium, podría crear 500 empleos directos y 1.500 inducidos.