Hacer el Camino de Santiago con mascarilla lo dificulta un poco más. Muchos han sido los peregrinos y peregrinas que, de un modo u otro, han visto alterados sus planes debido a la situación actual. Bastantes albergues han decidido no abrir sus puertas para evitar posibles riesgos, trastabillando el itinerario de estos fieles viajeros.

Es el caso, por ejemplo del albergue de Tábara, que esta temporada permanecerá cerrado. Los peregrinos que discurren por el pueblo en su trayecto hacia Santiago se ven obligados a pernoctar en un hostal de la localidad. Es lo que les ha tocado vivir a tres viajeros que partieron de Salamanca y realizan una media de 140 kilómetros diarios.

En una de sus largas etapas de camino, llegaron a Santa Croya de Tera. La localidad lleva mucho tiempo formando parte de la ruta, aunque desde hace unos años ya no disponga de albergue. Los viajeros que por allí desfilen deberán sellar sus credenciales en el Ayuntamiento. Existe una dificultad añadida, ya que el consistorio de la localidad abre tres días por semana.

Esta temporada de primavera-verano, el número de peregrinos ha descendido considerablemente. Una muestra más de esta atípica primavera es la cantidad de viajeros que se vieron obligados a modificar, posponer y, en algunos casos, cancelar su marcha. A pesar de todo, la fe mueve montañas y siempre quedan valientes que se atreven a emprender la aventura desde cualquier parte de España.