La tormenta de agua, viento y aparato eléctrico dejó el miércoles por la tarde 4,18 litros de precipitación por metro cuadrado y daños en árboles y en cables. La Concejalía de Seguridad Ciudadana recogió más de una decena de incidencias en la ciudad, aunque los bomberos tuvieron que intervenir también en localidades cercanas, como fue el caso de Manganeses, donde un árbol cayó sobre la carretera que conecta la localidad con Santa Cristina de la Polvorosa. Este incidente se produjo a las diez de la noche.

En Benavente la tromba de agua más fuerte cayó a primera hora de la tarde y la Policía Local registró la salida de la vía de un vehículo en la rotonda de la avenida Federico Silva. El turismo terminó golpeando en la señal. La precipitación, debido a la pendiente de este tramo, arrastró piedras y tierra, lo que obligó a intervenir a los bomberos para limpiar la calzada.

A media tarde, en el camino de Castropepe, la fuerza de la lluvia y el agua caída provocaron el levantamiento de numerosas tapas de registro que hacía peligrosa la circulación rodada en la zona.

La caída de árboles y de ramas obligó a varias intervenciones de los bomberos, que podaron las partes de mayor riesgo. Hubo incidentes con árboles en los paseos de la Mota, en la Pradera, en el Prado de las Pavas y en la Avenida El Ferial, según informó la Concejalía de Medio Ambiente.

El viento provocó la caída de un cable en la calle la Rúa, y en algunos puntos desperdigó conos de señalización y advertencia haciendo peligroso el tráfico rodado.