Dos meses de confinamiento y una primavera exuberante y explosiva de gramíneas y de vegetación han invadido las zonas comunes de los pueblos. La ausencia de jardineros en las zonas más urbanas como en Benavente se ha dejado sentir, y en las pequeñas poblaciones la maleza campa a sus anchas con a misma o mayor voluptuosidad. En la mayoría de las localidades tendrán faena por delante los alguaciles, incluso pequeñas brigadas contratadas con los fondos del Servicio Público de Empleo. En Santa Croya de Tera esa ayuda se destinará para otras obras.

Será distinto en Santa Croya porque saben desde el pasado mes de septiembre que no hay brigada de jardinería más ecológica y económica que un buen rebaño de asnos, y cuanto más numeroso más efectivo.

Durante mucho tiempo el alcalde de Santa Croya de Tera, Juan José Arenas (PSOE), no dejaba de preguntarse cómo era posible que una finca próxima a Mombuey que veía a menudo desde la carretera cuando pasaba se mantuviera siempre tan aseada. Indistintamente de la época del año, la capa de verde sobre el suelo ofrecía un aspecto terso más propio de un campo de golf. Un caballo pastaba y pacía siempre en esa finca. Así llegó a la conclusión de que los asnos de la Asociación Nacional de Criadores de la Raza Asnal (Aszal), con asiento en el término, le podían echar una mano.

La prueba la hizo Arenas el pasado mes de septiembre y le funcionó sobradamente. Los asnos bajaron al pueblo y fueron dejados a su albedrío en varios puntos próximos al casco urbano acotados, eso sí, por un pastor eléctrico. La raza asnal zamorana no decepcionó al regidor. En cuestión de una semana se habían merendado el exceso de vegetación de algunas zonas extensas de maleza, incluyendo zarzales enteros.

"Son especialistas en escarbar en las zarzas y comer sin pincharse", explica el alcalde, que destaca que incluso "hay asnos especialistas en comerse la corteza de los árboles, sacándolos".

La simbiosis de los burros de Aszal y Santa Croya lleva camino de convertirse en el principio de una larga y provechosa amistad. Oficialmente esta primavera será, tras la prueba de septiembre, el arranque de la colaboración. El alcalde le pidió a Aszal el mayor número de ejemplares posibles para poner al día el pueblo y a raya la vegetación. Primero un par de tractores peinaron algunas zonas afectadas por el agua y luego llegó la caballería.

Desde la semana pasada las zonas en las que pastan los asnos, una quincena, y una pareja de mulas, están acotadas por las cinta del pastor eléctrico, que los animales no sobrepasan.

El campo de fútbol es el primer objetivo. Le seguirán de forma inmediata la zona del chiringuito local, que abrirá al público a finales de semana, y la zona de las piscinas municipales fluviales, que entrarán pronto en funcionamiento. De momento la súper brigada de 17 asnos y dos mulos está cumpliendo con su misión de la forma esperada. Comer, rumiar y sestear cada día es una misión apacible y agradecida para todos en Santa Croya.