Los efectos del COVID-19 en el mercado laboral benaventano tardarán aún cierto tiempo en aflorar en toda su magnitud, pero el comportamiento del desempleo en los meses de marzo y abril avanzan ya una tendencia negativa.

En enero de 2019 había 1.713 desempleados en la ciudad. En enero de 2020, los parados registrados ascendían a 1.571. En abril, el paro registrado deja 1.725 personas afectadas. Dicho de otro modo: toda la mejora anual del desempleo en 2019 ha quedado diluida en el primer cuatrimestre de 2020: 18 desempleados más en febrero; 23 más en marzo; y 113 más en abril. El crecimiento interanual del paro es del 4,5%

Las cifras no solo apuntan un frenazo de la recuperación sostenida del empleo, que comenzó en mayo de 2013, en el punto más álgido de la crisis, con 2.813 parados en la ciudad y alcanzó en agosto del año pasado su punto más bajo (1.419 desempleados), sino que apuntan una tendencia alcista que solo se despejará cuando finalicen los incontables expedientes temporales de regulación empleo activos, como ya han apuntado los agentes sociales.

Cifra histórica

Frente al paro creciente, las contrataciones han descendido bruscamente. La comparativa interanual indica un decremento de los contratos del 73,5%. En abril de 2019 se formalizaron 344 contrataciones; el mes pasado 91. Es la cifra más baja del registro actual. La tasa de parados sobre la población activa (el porcentaje de desempleados entre la población de 16 y 64 años) se sitúa ahora mismo en el 14,7%. Entre abril de 2019 y el mes pasado, el crecimiento de la tasa es del 4,4%.

El pasado mes también descendieron las afiliaciones a la Seguridad Social. Hay 5.220 trabajadores afiliados al sistema en la actualidad, 220 menos que hace un mes. El descenso interanual (entre abril de 2019 y el pasado mes) es del 3,7%. El número de autónomos equivale al 31,5% de las afiliaciones. Ha crecido en un año un 3,6%. Sin embargo, el conjunto de afiliados a la Seguridad Social equivale al 44,4% de la población en edad de trabajar.