El estado de alarma decretado por el Gobierno el pasado 14 de marzo llevó a la confinación a la población y restringió el acceso de los pacientes a los centros de salud y a los hospitales. Esta medida no afectó sin embargo a los pacientes con problemas renales que requieren dialización, para los que la pandemia no ha supuesto cambios en su rutina de desplazamientos diarios.

Avericum, la adjudicataria del centro satélite de hemodiálisis de Benavente, no ha cesado ni un solo momento en su actividad durante la pandemia y tampoco ha contemplado hacerlo en ningún momento. Semanalmente ha atendido a los 28 pacientes que requieren dialización y que han viajado en ambulancia desde sus domicilios hasta las instalaciones de la calle Sanabria.

La amenaza del coronavirus, según explicaron ayer responsables de las instalaciones, obligaron a extremar al máximo las medidas de seguridad y de protección, tanto de los pacientes, un grupo de riesgo, y también de los sanitarios. A los primeros se les chequeaba diariamente, vigilando la temperatura y la sintomatología.

En estos dos meses de medidas de confinamiento y de control sanitario que se cumplen hoy, el centro solo ha cerrado los domingos. Semanalmente ha recibido los días impares a 14 pacientes, y a un grupo numérico idéntico los días pares.

En cada turno, media docena han velado por que las sesiones se desarrollarán con normalidad pese a las medidas de seguridad que imponía la pandemia, y así ha ocurrido a excepción de un caso positivo registrado en las dos primeras semanas. Fue el caso de un paciente menor de 50 años (de todos los enfermos renales que requieren dialización en la zona, un grupo de cinco personas está por debajo de esta edad). La detección del caso obligó a derivar a Zamora al enfermo y a aplicar las medidas de control y de desinfección de la sala en la que había sido dializado. Esta sala permaneció aislada durante una semana. El paciente se recuperó en Zamora y tras superar la COVID-19 siguió las sesiones de diálisis en el Clínico durante un periodo de quince días. Pasado este, se reincorporó al centro satélite.

La normalidad, explican, ha sido la tónica salvo este caso. Las sesiones han continuado y continuarán. La provisión de suministros específicos ha sido el único escollo en estas ocho semanas.