El campo no entiende de restricciones. En estos tiempos difíciles en que la pandemia del coronavirus ha metido en cuarentena a miles de personas, el sector agrario no ha parado. Se demuestra de nuevo el papel que los agricultores, y también los ganaderos, desempeñan a diario para garantizar el suministro de alimentos a la población en general y a las empresas en particular. Diversos agricultores a los que hemos consultado explican que la actividad sigue desarrollándose con normalidad. Y es que en las zonas rurales "es más fácil pasar esta cuarentena".

En pueblos donde lo que están acostumbrados es a no ver nadie por la calle, lo de estar en casa "es lo normal", explica el alcalde de Bretó, Abilio Velasco quien cree que "la cuarentena se lleva mejor en los pueblos. Tenemos la casa y siempre hay cosas que hacer en ella, y si no viene nadie de fuera pues estamos los de siempre", señaló.

La próxima semana comienza la campaña de riego como estaba previsto. Los agricultores comenzaron el año con los daños en las infraestructuras de riego y el compromiso por parte de las administraciones de echarles una mano para solventarlos. Pero hasta el momento las actuaciones llevadas a cabo han surgido de cada comunidad de regantes o de los propios ayuntamientos con el fin de garantizar el riego en la campaña que ya comienza.

Velasco es el presidente de la Comunidad de Regantes de la Margen Izquierda del Esla y explica que "el lunes viene la empresa que hemos contratado para que arregle la infraestructura. No podemos esperar más y son muchos paños de acequias los que tenemos que arreglar. Esperemos que nos lleguen las ayudas de Gobierno. Entendemos la situación actual, pero el tiempo no se detiene", señaló. Esta comunidad está integrada por cuatro pueblos y atiende más de 800 hectáreas de terreno. "Nosotros ya teníamos reparadas las cuatro bombas de la infraestructura de riego y si tenemos listas las acequias para el día 15 o el 20 daremos agua a los regantes", añadió.

Velasco asegura que "prácticamente no he salido al campo para nada porque tenía todo preparado cuando se decretó el Estado de Alarma.

También han llevado a cabo labores de reparación en la Comunidad de Regantes de la margen derecha del Esla, que había valorado en 200.000 euros la cuantía económica de los daños y siguen a la espera de ayudas por parte de las administraciones. Como otros agricultores, los de esta comunidad también han seguido trabajando en el campo a pesar de la pandemia. Desde la comunidad, eso sí, se han adoptado ciertas medidas excepcionales ante la crisis sanitaria como es el cierre con carácter temporal de la Oficina de la Comunidad General de Regantes permanecerá cerrada al público hasta nuevo aviso. Se atiende a los regantes a través de teléfono o e-mail.

Para el presidente de esta comunidad, Isaac Huerga, "los agricultores tenemos algo a favor, no estás todo el día encerrado en casa. Lo que ahora tenemos que salir solos en el tractor. De todos modos la gente no se acaba de concienciar. Dicen que van al comercio y no es verdad".

El estado actual ha obligado a cambiar el modo de trabajar de los siete guardas puesto que disponen de cuatro vehículos y han repartido el trabajo en dos turnos y reducido las horas. "El día 1 se dará el agua por el canal y llegará a los regantes el día 3". El riego será de seis metros cúbicos por segundo. "Empezaremos por los prados y si deja de helar ya los trigos", explicó Huerga.

En otras zonas de riego como la margen derecha del Tera siguen a la espera de buscar una solución para el arreglo del canal en la zona de Milles. "La intención era dar el agua el día 1 pero a ver si podemos retrasar un poco el inicio y que la situación esta en la que estamos vaya mejorando. Aquí no ha cambiado mucho la situación con respecto a antes del Estado de Alarma porque seguimos trabajando en el campo, pero siempre hay miedo porque conoces a gente que lo está pasando mal", explicó el presidente de la comunidad de regantes, Lázaro Zarza.