"Las clases no se han suspendido. Seguimos dando clase". Así explicaba una profesora de Benavente cómo siguen día a día trabajando en la preparación de material para los alumnos y en el seguimiento de las tareas.

Decenas de estudiantes benaventanos de distintas edades permanecen confinados en sus casas desde que el pasado 13 de marzo la Junta de Castilla y León decretara el cierre de los colegios e institutos por la alerta sanitaria propiciada por el COVID-19. Y lo que en principio estaba previsto para un periodo de 15 días se ha ido prolongando por lo menos a un mes. La situación, nunca vivida con anterioridad, ha obligado a los centros educativos a cambiar el modo de comunicación con los alumnos y establecer y definir las tareas a llevar a cabo por los alumnos desde sus casas aprovechando las nuevas tecnologías. Los docentes, en ocasiones, se encuentran desbordados por el trabajo adicional, según explican.

El personal docente se ha visto obligado a adaptar el temario y las actividades de carácter lectivo a la nueva situación. "Lo importante es que sigan avanzando sin que suponga una carga excesiva para ellos y para los padres", explicó uno de los docentes de un centro público. De modo que a través de las distintas aplicaciones móviles los docentes se comunican con las familias para establecer tareas con carácter diario.

Nuria es una estudiante de cuarto de Primaria. Su madre explica que "estamos trabajando a través de la plataforma y la página de educacyl. De momento lo llevamos bien. Le mandan tareas todos los días pero dado lo complicado de la situación creo que lo están haciendo bien. Además, como no habían cogido los libros, las editoriales han facilitado las licencias para descargar los libros y que puedan trabajar con los ejercicios ya realizados en clase", explicó.

Su otra hija, en Bachillerato, también a través de las nuevas tecnologías y utilizando la aplicación móvil presenta los trabajos a sus profesores. "Pero es algo que hace durante todo el año", señaló.

En los niveles de Infantil también siguen con las tareas diarias con el fin de que "no se pierda el hábito".

En el colegio San Vicente de Paúl se han marcado tres pautas a tener en cuenta a la hora de establecer esas tareas diarias para los alumnos. "Proporcionalidad, que no se envíe nada que los alumnos no puedan hacer de modo autónomo, y que no se olviden de los alumnos con necesidades educativas especiales", explicó Javier de las Heras, el director del centro.

Algunos profesores también optan por realizar videoconferencias con los alumnos y también les dan opción de resolver dudas a través de Internet.