Romper el aislamiento y la soledad de las personas mayores en las zonas rurales se convierte en ocasiones en el objetivo primordial de algunas asociaciones que se mantienen en los pueblos y ofrecen alternativas a los vecinos de avanzada edad para acabar con la inactividad. Una de estas asociaciones es la Magdalena de Villabrázaro que prácticamente a diario tienen diferentes actividades en las que participan mujeres del pueblo de más de sesenta años. "Yo llevo en el pueblo desde que tenía cuatro años y ha ido a peor, en cuanto a gente se refiere. Hoy en día no hay gente. Y gracias a la asociación tenemos algo que hacer. No hay nada y si no, qué hacemos, ¿esperar a morirnos?, señaló Ángeles Pereira, una vecina de Villabrázaro y activa en las iniciativas que se organizan durante la semana.

Aseguran que en las actividades participan principalmente, por no decir, en exclusiva, las mujeres. "Los hombres se quedan a la partida y de ahí no les saques.No se animan a participar", lamenta otra vecina, Mari Carmen Rodríguez.

Y es que las personas mayores son los vecinos más fieles de las zonas rurales y lejos de sumirse en la inactividad, en Villabrázaro buscan alternativas que les sirve para reunirse, compartir conversación, aprender juntas y pasar un rato divertido.

Una de estas actividades es un taller de manualidades en el que están realizando diferentes objetos con material reciclado. Como las cestas de papel de periódico y de revistas. "Hacemos unos rulitos con el papel y sobre un molde vamos haciendo la forma que queramos. Nos han quedado muy bonitas las cestas", explicó Pereira. También han forrado con cuerda botellas. "El caso es pasar un rato entretenidas, algo hay que hacer".

Más actividades que comparten son el taller de memoria. "Este ha sido subvencionado por la Junta pero vamos a hacer otro a cargo de la propia asociación", señaló ´Ángeles. "Hacemos ejercicios, hablamos de cosas que recordamos de cuando éramos niños. Es muy divertido y además nos viene bien", indicó Mari Carmen.

También realizan una actividad de gimnasia de mantenimiento. "Al principio también venían algunos hombres, pero al final hemos quedado un grupo de unas doce mujeres", señaló Mari Carmen.

La asociación cuenta con un local cultural en el que realizan las actividades atendiendo a la disponibilidad de los monitores. "La hora no importa, lo importante es que nos reunimos, hablamos, salimos de casa y hacemos algo", sentenció Mari Carmen.