"Pinto diariamente. El día que no pinto me falta algo. Me siento muy bien pintando. Expreso todo pintando y lo que pretendo es que la gente que mira, interactúe con los cuadros, con la gente, con los ojos que te miran", así explicaba ayer Mariana Martín su relación con la pintura en el día a día.

Nacida en el Pego, pero afincada en Benavente desde hace treinta años, Mariana Martín acerca ahora, a través de la exposición pictórica "En Cuerpo y Alma', al Centro Cultural Soledad González una pequeña muestra de sus cerca de 820 cuadros catalogados. "Yo he pintado desde siempre, lo que he tenido un parón muy grande en la vida. La temática de estas pinturas está centrada en un periodo de dos o tres años. Hay algún cuadro de más años, pero la mayoría como mucho doce o trece años".

La autora, interiorista de formación y pintora por vocación y de corazón, es la primera vez que "oficialmente" expone en Benavente. En esta ciudad regentó durante unos años la Galería Mantua, donde expuso parte de su obra, y ha realizado también exposiciones en Salamanca, en Zamora y en Cádiz.

En la exposición, que podrá visitarse hasta el día 12 de marzo, muestra treinta y nueve obras en las que se observa una variada temática en la que destaca la presencia de la figura humana. "Aunque sea un poco inconsciente, la temática humana. Me encanta. Y la mayoría de las obras que hay son figuras humanas. Quiero destacar la piel, la expresividad, diferentes aspectos de la vida, momentos, un poco de todo", asegura. Especial cariño le tiene a una de las obras expuestas. "Cada cosa que haces y terminas es un poco tuyo y hay algunas que tienen un significado especial. Hay una que es una chica que fue alumna mía en la Asociación Contra el Cáncer, donde di clases como voluntaria, que estaba enferma de cáncer y al final murió. Pero antes de morir quiso posar y le hice un desnudo sin el pecho y es un cuadro que no lo quiero vender. Tiene un significado muy especial".