Carla Antonelli (Güimar, Tenerible. 1959) amadrinó el viernes a Benavente Visible, la primera asociación LGTBI que se crea en la ciudad y la única de la provincia tras la desaparición de la zamorana Sonríe Tú. De personalidad arrolladora, Antonelli, actriz, diputada del PSOE en la Asamblea de Madrid y activista, recomienda al colectivo benaventano que luche por la visibilización y lleve con orgullo el nombre del municipio "en el que todos deben de caber". En esta entrevista habla de los años de lucha por los derechos LGTBI y alerta del riesgo de un "monstruo" llamado involución que busca "retrotraernos a la España del blanco y negro".

-Benavente Visible se ha creado de la noche a la mañana. Esto tal vez hace veinte años era incluso impensable. ¿Cómo activista cómo valora la creación de nuevas agrupaciones LGTBI en pequeñas poblaciones como esta?

-Importantísima. Y es importantísima la visibilidad de la asociación, pero sobre todo de la propia existencia. De que las personas LGTBI del entorno rural sepan que hay un lugar al que pueden acudir. Que no se sientan solos, y que no se sientan solas. Y sobre todo porque Benavente Visible se convierte en la única asociación que hay aquí en Zamora. Hubo otra que desaparición, que era Sonríe Tú, pero que ahora mismo Benavente Visible es la única y era absolutamente necesario para toda la provincia. Pero también es indudable que se ha hecho un largo recorrido y periplo en esta España democrática, del blanco y negro a la España en color, de los derechos conseguidos, donde nadie ha regalado nada y donde todo se ha peleado muchísimo. Y esto cuando a nadie se le escapa que ha aparecido un monstruo llamado involución que pretende retrotraernos al pasado, a la desinformación, y al negacionismo, y donde sin ningún tipo de pudor, dicen que vienen a acabar con todo aquello que tanto esfuerzo ha costado conseguir.

-Con leyes vigentes y otras en marcha...

-Sí, pero hay cosas que están pendientes de tramitación, como es el caso Castilla y León, de la Ley de Igualdad LGTBI, que habían redactado los colectivos, donde la nueva conformación de Gobierno la ha echado para atrás como es su estilo. Pero nada de políticas reales que es lo que necesita el colectivo. Por lo tanto, es una poderosísima herramienta la de la visibilidad que encaja con aquella máxima del periodismo que dice que de lo que no se habla no existe. Si no nos hubiésemos visibilizado a lo largo de todas estas décadas, no estaríamos hablando de los derechos que se han conseguido hasta el momento.

-¿Crear asociaciones en defensa de derechos sexuales puede animar a otras poblaciones, incluso más pequeñas, a hacer lo mismo?

-Puede generar un efecto retorno, de aquellos que se fueron regresen ahora. Y también estimular a otros grupos que aún no lo han hecho. Son picos de una misma estrella. Hoyos, un municipio cacereño, donde le pusieron mi nombre a un pequeño parque, es un municipio muy LGTBI Friendly. Muchas personas que había emigrado de ese pueblo, siendo un pueblo tan amable con el colectivo, han regresado y viven ahora allí. Además del estímulo para otros lugares, también podrí generar un efecto llamada que tiene mucho de reparación histórica, porque nadie se tiene que ir por el mero hecho de ser LGTBI, como desgraciadamente nos pasó a tantísimos miles de personas en esa España del tardofranquismo y de los albores de la democracia. Entonces era imposible e impensable, desarrollar nuestra propia identidad en nuestros pueblos. ¿Por qué te fuiste?, me preguntaban hoy. Tal vez porque había una ley de peligrosidad y rehabilitación social. Además, es que era imposible ni comunicárselo a tu propia familia porque sabías lo que había ahí. Entonces optas por lanzarte al vacío. Y ojalá que esta corriente empática se transmita. La experiencia me dice que cuando sale una flor en medio del campo otras tantas pueden brotar. Que se cree un colectivo aquí puede hacer que se cree otro en otra población cercana. En Castilla La Mancha esto ya ocurrió.

-¿Contra ese monstruo de la involución el antídoto es más salir del armario y más defensa de los derechos adquiridos?

-La respuesta es la visibilidad. Por supuesto salir del armario es sinónimo de visibilidad. Obviamente no hemos llegado hasta aquí para volver a meternos dentro del armario, aunque es lo que se pretende. Dicen que hay más agresiones. Posiblemente sí las hay, y también más denuncias y también más certezas a la hora de ir a denunciar. Pero también este es un arma de doble filo. La visibilidad también tiene un precio, te conviertes más en objetivo y diana. Pero no es menos verdad que las agresiones lo que buscan es devolvernos a los armarios, es volver a meternos debajo de las piedras, volver a someternos con la bota encima del cuello. Eso es lo que se pretende. Pero obviamente no se ha hecho un largo recorrido para ahora volvernos atrás. No nos amedrentamos en el franquismo, el posfranquismo que eran épocas más oscuras que ahora, pues mucho menos ahora. Nuestra propia historia está escrita precisamente de resistencia, supervivencia y de resiliencia. Todo aquello que era negativo nos fortaleció. Los que hemos llegado somos supervivientes. Muchos se quedaron por el camino, víctimas de los desarraigos familiares, de los suicidios, porque sucumbieron a las drogas, porque encontraron sombras debajo árboles que no tenían cobijo y se refugiaron en eso, o víctimas de la pandemia del Sida de los años 80. Llegar hasta aquí ha sido toda una victoria, que por otra parte siempre ha sido nuestra. Entregar el testigo a todas las generaciones que nos relevan es una prueba de ello. No vamos a ceder ni para tomar impulso. No nos asustaron antes, muchos menos ahora.

-Decía antes que la visibilidad conlleva el riesgo de convertirse en diana...

-Si, pero en realidad, y es más importante, ahora empieza lo interesante. Comienza lo motivante y el trabajo de la visibilización. El de hacer charlas y actividades.

-¿Y el de los ataques?

-El de los ataques posibles. No vamos a dar nada por hecho. Si esto sucediera es algo que va dentro del paquete. Nadie dijo que esto fuera fácil. Además, es motivación. Ha habido muchos muros, pero al mismo tiempo hemos aprendido a construir las escaleras necesarias para poder sobrepasarlos. Te lo digo sinceramente. La semana que no tengo que demostrar nada. La semana que nadie desconfía de mí por ser una persona trans y me parece que me viene todo sobre ruedas, me parece que estoy en la película Psicosis, que en un momento va a parecer alguien detrás de una puerta... Necesito el reto porque mi vida se construyó a base de retos. Estamos construidos desde la superación.

-¿Qué espera de la inminente legislación LGTBI anunciada por el Gobierno y que recomendación le haría como inevitable madrina a Benavente visible?

-Bueno con referencia a las leyes LGTBI y Trans del Gobierno y de la reforma de la Ley de Cambio Registral de Nombre y Sexo para incluir la edad de los menores y la despatologización, que es un hecho, que es algo que va a suceder pese a que hay algunos sectores que están un poquito nerviosos porque no creen ni han creído nunca en la igualdad, y va suceder durante esta legislatura y con este Gobierno de coalición. En cuanto a las recomendaciones y consejos, creo que tienen que vigilar no dar pasos atrás, pero sobre todo el reto que se van marcar el día a día. Y más que un consejo yo les diría que deben de sentirse orgullosos. El propio nombre lo conlleva: hacer a Benavente Visible. Un municipio LGTBI friendly con la comunidad, y donde tienen y tenemos que caber todos y todas obligatoriamente. Una sociedad desde los principios fundamentales del respeto. Tolerancia no. Yo no quiero que me toleren, yo quiero que me respeten. Convivimos entre personas y debemos nutrirnos unos y otros de nuestras diferencias.