La Concejalía de Medio Ambiente detectó ayer nidos de procesionaria en los paseos de la Mota, una zona en la que hasta ahora no había sido necesario actuar porque se encontraba libre de esta plaga.

Los pinos de gran envergadura de los jardines de la Mota son los nuevos hospedadores de esta plaga. En estos árboles es la primera vez que se detectan estas orugas "y ya se está trabajando para implantar las medidas de limpieza y control que eviten los daños de las orugas a animales y personas", explicaron ayer fuentes municipales.

Debido a la elevada altura y porte de estos ejemplares, los tratamientos insecticidas resultan inviables con los medios disponibles. Las técnicas de endoterapia tampoco resultarían efectivas en esta época del año, "teniendo en cuenta las altas temperaturas actuales que han acelerado el ciclo de desarrollo de la plaga".

Según Medio Ambiente, desde la semana pasada se está trabajando para adaptar los sistemas de trampeo disponibles a los troncos de los árboles, de un notable perímetro, y así evitar la llegada al suelo de las orugas.

Está previsto que este lunes finalicen los trabajos de instalación de estas trampas. Hasta este momento, se extremarán las labores de limpieza de la zona, evitando que las orugas que se encuentren en el suelo puedan causar daños.

Aun así, Medio Ambiente ha pedido a la toda la ciudadanía que extreme las precauciones a la hora de transitar por los jardines de la Mota, evitando riesgos innecesarios para las personas y también para las mascotas.