El Movimiento por la Defensa de la Sanidad Pública pidió permiso al aforo del salón de actos de la Casa de la Cultura "La Encomienda", lleno, y apeló al espíritu de la movilización sanitaria de 2017, que sacó a las calles de la ciudad a 15.000 personas de Benavente y la comarca. Tres años después, el MDSP da por constatado un empeoramiento de la calidad de la sanidad y ha anunciado la convocatoria de una manifestación el domingo 22 de marzo.

Hubo una mala planificación hospitalaria, explicó Jerónimo Cantuche después de que el alcalde de Benavente Luciano Huerga alertara contra el "negacionismo" de los problemas sanitarios "reales" que están padeciendo los ciudadanos de Benavente y de la comarca y detallara que tres años después de que benaventanos y comarcanos salieran a la calle el resultado es "el doble de nada".

La Junta gastó 25 millones en reforma el "mal llamado" hospital de Benavente; 100 en remodelar el Virgen de la Concha, y otros 40 millones en el Hospital Provincial. "Tiraron el dinero", sentenció. "Podrían haber construido un hospital con 400 camas en Zamora y otro con 200 en Benaventey hubieran resuelto el problema en toda la provincia", argumentó.

La merma de médicos de atención primaria; un centro de especialidades alejado de la cartera de servicios inicial; un hospital con dos plantas para medicina interna y urgencias; sin pediatra 24 horas para la población infantil, lo que fuerza los desplazamientos; y la necesidad de al menos otra ambulancia de emergencias; son los problemas enumerados. El MDSP no incidió en ellos. Directamente abogó por reivindicar la construcción de un hospital que atienda a 60.00 habitantes del sur de León, del norte de la Zamora (Sanabria y Carballeda) y de Benavente y los Valles.

"Benavente tiene un gran potencial, pero sin una sanidad de calidad y los servicios sanitarios adecuados la actividad económica no será la misma porque las empresas es lo primero que miran", reiteró Cantuche.

El portavoz del movimiento lamentó la ausencia de los alcaldes del PP en la primera reunión (anoche tampoco hubo representantes) "porque la sanidad no es cuestión de colores políticos"; agradeció la comprensión de sindicatos y empresarios; y solicitó el respaldo de la población para defender la sanidad pública. Entonces invitó a los asistentes a que hicieran públicas sus vicisitudes personales.