"Soy Begoña, tengo 49 años y soy de Benavente (Zamora)". Así es la presentación de Begoña, la concursante zamorana de Maestros de la Costura, el programa de Radio Televisión Española que este año alcanza su tercera edición y que anoche empezó a emitirse en La 1 en horario de máxima audiencia.

Esta benaventana comenzó a coser de pequeña cuando tenía siete u ocho años y define su estilo de diseño como clásico. Su punto fuerte es "rematar bien las prendas" y su punto débil la "imaginación", según sus propias palabras.

Fan confesa de Lorenzo Caprile, cuando cose se inspira en su madre. De los miembros del jurado, María Escoté es su favorita pero a su vez quien también le da más miedo, según reconoce.

"¿A quién te gustaría vestir? A Leticia. ¿Cuál es tu sueño? Vivir tranquila y feliz. ¿Qué harías con los 50.000 euros del premio de 'Maestros de la Costura'? Buscarme un dentista, me quiero arreglar la boca", se sincera.

"Desde que de joven se mudó a Barcelona, le ha dado tiempo a casarse, tener dos hijos, separarse y volverse a enamorar de su exmarido. A sus 49 años cree que ha llegado el momento de ser la verdadera Begoña, olvidándose del "que dirán" y demostrando su alegría", explican desde el programa.

Tercera edición de 'Maestros de la costura'

Una deportista de élite, un aspirante a diseñador, una peluquera, madre de familia de cuatro hijos, un aspirante a guardia civil, una estudiante asiática, un dependiente y una exbailarina forman parte de los doce aprendices del taller de "Maestros de la costura".

Más de 10.000 candidatos se han presentado al casting de la tercera edición "Maestros de la Costura" un hecho que Raquel Sánchez Silva ha asegurado, esta noche, que ha puesto en valor una profesión "artesanal y sostenible", además de convertir al programa en un "vivero de talentos".

Helen ha sido la primera en decir adiós en esta edición, que destaca por tener "mayor nivel", que las anteriores, según han comentado los jueces.

Madrina del programa

En el estreno de la nueva temporada la aristócrata Pilar Medina Sidonia, un icono de la moda y musa de Elio Berhanyer, ha sido la madrina de excepción del primer programa que rindió homenaje al diseñador cordobés, que "no se apoderaba de la mujer, la mujer era la que llevaba el traje", según ha explicado.

La primera de las pruebas ha consistido en inspirarse en un diseño de Berhanyer y crear una prenda con plumas, un reto al que se ha sumado Lorenzo Caprile que bajó al taller a coser entre los aprendices.

Ya en la primera valoración de los jueces han sido implacables. Calificativos como "churro", "imperdonable", un "diseño poco favorecedor" o "no se puede consentir tanto despilfarro" salieron de su boca sin miramientos.

En el primer programa, Alejandro Palomo presentó las bases de esta nueva edición en la que el concurso apuesta por la sostenibilidad y por quitar "la timidez" a la costura para hombres.

La segunda prueba ha llevado a los concursantes a Galicia, donde se rindió tributo a la moda gallega de la que forman parte más de 500 marcas. "Es por industria y producción diseño y ventas un referente mundial", ha explicado María Escoté.

En el taller de Adolfo Domínguez los aprendices han replicado uno de los diseños del ganador Premio Nacional de Moda 2019 y con sentido del humor han comentando "el infarto seguro que le da a Caprile en esta edición", después de una intensa regañina del diseñador.

La ironía vino después cuando algunos de los aprendices confesaron al jurado que "tenían un poco de razón" en la mala valoración sobre su trabajo. Tan mala que en la prueba por equipos por primera vez ambos grupos tuvieron un "suspenso general" y todos los concursantes fueron a la prueba de expulsión.

Eso sí, Caprile también ha sido capaz de alabar una prenda cuando la ocasión lo merece, y dio la enhorabuena a la zamorana Begoña por ser la primera concursante del programa que "ha marcado un centro" en una pieza, el gran caballo de batallas de los aprendices.

Marc se erigió en el héroe de la noche al salvar a dos de sus compañeros de la prueba final, Joshua y La Brava, de la que también pudo salvarse él, pero declinó esa opción.