Marta, Lydia, Yerai, Samuel y Mario fueron ayer los protagonistas de los actos organizados en la localidad de Castrogonzalo, con motivo de la fiesta de quintos en honor a San Antón. El festejo, aunque conserva su esencia, se ha ido adaptando a los nuevos tiempos.

En esta ocasión, por la tarde, los jóvenes quedaron en la plaza del Ayuntamiento, en lugar de hacerlo en la plaza de la iglesia como hace unos años. Allí fueron apareciendo desde las cuatro y media de la tarde, ataviados con pantalón y chaqueta negra, camisa blanca y faja roja o azul. Cuatro quintos montados a caballo y otro, Yerai, prefirió participar en el encuentro a pie y lucía para la ocasión también una capa negra.

Los atuendos tradicionales mostraban también coloridas cintas de colores que semanas antes han ido preparando. La mayoría serigrafiadas o pintadas con distintos nombres y leyendas, para la ocasión.

Aunque se preveía la presencia del cura para la bendición de los animales, la quintada, acompañada de familiares y amigos, decidió emprender el recorrido hacia la zona del plantío donde serían los protagonistas de la carrera de cintas a caballo. Sí llegó ahí el párroco que, tras unas entrañables palabras poniendo en valor este tradicional festejo que se ha logrado mantener durante años, realizó la protocolaria bendición a los animales.

Mientras varios adultos se afanaron en colocar el cajón en el que se podía leer Quintos 2020 y que guardaba las cintas que poco a poco los jóvenes irían sacando a su paso, bien con punzón o con la mano. El tiempo no acompañó, pero aún así los vecinos no quisieron perderse la tradicional celebración.

En el camino embarrado comenzaron los primeros trotes a caballo y la quintada fue probando suerte y haciéndose con las distintas cintas de colores hasta conseguir la más larga, con la bandera de España.

La celebración continuó de nuevo en la plaza del pueblo donde se llevó a cabo el reparto de las cintas entre los jóvenes de la localidad. Las fiesta de los quintos había comenzado ya de mañana con una misa en honor a ellos y un baile vermú en el que no faltó la música de la charanga Chumachos. La diversión se prolongó hasta la madrugada.

Hoy será una jornada taurina, gracias a la colaboración de la Asociación Acasta. Parrillada popular, toro del cajón a las cuatro de la tarde, vaca del cajón y flamenco completarán la jornada festiva prevista para esta jornada.